lunes, 31 de enero de 2011

TRACK BY TRACK (II)


No es el mejor disco de Simon & Garfunkel.
Ni siquiera creo que sea un gran disco.
Lo que se entiende por un álbum redondo, perfecto, inolvidable.
No.
Entonces, mentecato, ¿por qué haces un track by track?
Porque:
- me da la gana
- lo tengo en vinilo con el título en castellano y en la funda de plástico está impreso un 'Sección de discos Galerías Preciados'
- le tengo cariño

Así que, ahí va:

BRIDGE OVER TROUBLED WATER, de Simon & Garfunkel (1970)

1. Bridge over troubled water by El Tapir Nicanor
No se me ocurre mejor forma de expresar la entrega absoluta. No recuerdo ahora más arrebatada declaración de amistad. Pasan los años, pasan las canciones, pasan los discos y este tema me sigue emocionando. No lo puedo evitar. Es lo que tienen los himnos. Salen una vez cada equis, pero cuando salen... Es lo que tiene la épica. Llega, nos pongamos como nos pongamos.


2. El Condor Pasa (If I could) by El murciélago Ramón
La versión original es del compositor peruano Daniel Alomía Robles y posee el honor de haber sido incluida en el repertorio del Disco de oro de la Voyager, enviado en 1977 en las sondas espaciales Voyager al espacio profundo, como parte del patrimonio musical que podría representar a la humanidad ante especies extraterrestres. 7 años antes Simon y Gartfunkel la versionean para especies humanas anglosajonas y por ende para el resto de especies.
Este tema hizo que este disco un superventas y a S&G super-ricos. Pero hay que saltarse esta canción.
Hazme caso, sáltatela, pon la siguiente.... y los extraterrestres te visitarán para darte las gracias.


3. Cecilia by Alberto Mate
Los chicos presbiterianos cantan a la casquivana Cecilia alrededor de un fuego de campamento y firman su personal obladí obladá. El tema no es un tema: es un TEMAZO capaz de levantar los días más pesados decielo encapotado. ¿Por qué? Porque al final siempre hay 'Jubilation y jubilation', que no es jubilación, sino alegría, emoción, júbilo; el amor de Cecilia ha vuelto y cuando uno está enamorado de Cecilia no se puede pedir más.
Les dejo con esta magnífica y más reciente versión en directo del propio Simon a dúo con Punset Garfunkel.




4. Keep the Customer Satisfied by Vilque
Parte 1 - Gee but it's great to be back home
Me pone nervioso el comienzo de este tema. Es igual al de School Days de Chuck Berry, una canción que no me gusta nada.

Parte 2 - Everywhere I go I get slandered
“Los Hombres G se inspiraron en At the Zoo para componer Marta tiene un Marcapasos” es lo que me viene a la mente cada vez que suena algo de Simon & Garfunkel .

Parte 3 - And I'm one step ahead of the shoe shine
Este estribillo, qué feliz me hace. Vale por todo el resto y ya no puedo pensar en otra cosa. Es un estribillo perfecto para bailar el Baile del Badulaque, que es lo que hace Hugh Grant en sus películas cuando el protagonista cree que no hay nadie y se mueve como una mona con música de fondo hasta que descubre que alguien lo observa. (Golpe maestro). Escúchalo y que te dé la risa de lo bien hecho que está.


5. Frank Lloyd Wright by Marcos Torres
Podría titularse “Chiquito de la Calzada”, y hablar de sus saltitos, o que la letra fuese la lista de la compra de Garfunkel. O incluso unas líneas de la biblia. O del listín telefónico. Da igual. No importaría. Porque es de esas pocas maravillas musicales que, sobre todo la primera vez, tienen el superpoder de atraparte y llevarte a otro lugar, de forma instantánea. De hipnotizarte sin remedio, y sin vuelta atrás, con las primeras notas. Y que solo tras muchísimas escuchas, eres consciente de lo que está diciendo. Pero claro, ya no importa demasiado. Porque ya estás enamorado de ella. Suerte que los buenos de Simon y Garfunkel no eran unos provocadores natos, ni unos cachondos (a pesar del exotismo afro-leonino de Art), y se apiadaron de nosotros. Podrían haberla dedicado a cualquier otra cosa, y no nos habríamos dado cuenta. Y, de hacerlo, hubiese sido demasiado tarde. Ya amaríamos la canción, y la cantaríamos igual, sin pensar siquiera en lo que decíamos. Con los ojos a media asta, una sonrisa de felicidad en los labios, y solo pensando en la deliciosa melodía, las preciosas notas de Paul y la voz angelical de Art. ¿Frank Lloyd Wright? ¿Que importa que estuviese dedicada al genial arquitecto? Podría haber sido “David Hasselhoff” o “Mariano Rajoy”, y no lo habríamos notado. Si se hubiesen dado cuenta en su momento del poder de la canción, las cintas originales hubiesen acabado confiscadas, selladas en una caja de madera, y descansando junto al Arca Perdida en un enorme y polvoriento almacén. Ahora, thanks god, ya es tarde.


6. The boxer by Milodon
Hay gente que encuentra la profesión del boxeador atractiva, épica, romántica. Les parece la sublimación de la expresividad "macho". Para esos hay canciones como 'Hurricane' de Bob Dylan. Para los que pensamos que la del púgil es una profesión triste y sórdida está The Boxer, de S&G. Leo por ahí que han hecho versiones de este tema Dylan (precisamente), Neil Diamond o Emmylou Harris. Con todos mis respectos hacia el Country-rock Hall of Fame, como la versión de Martes y Trece, ninguna.




7. Baby driver by Alberto de la Fuente
El dúo menos dinámico de la música demuestra en Baby driver que también tenían un lado oscuro. Siempre intimistas, sensibles, intelectuales, blanditos, con esa cara de no haberle sisado jamás a sus madres, en esta cara B del single The boxer se desmelenan con un tema pegadizo y de alto contenido sexual (“I`m talking `bout your sex appeal, Hit the road and I`m gone ah, What`s my number, I wonder how your engine feels”). Algunos dicen que alude a la pérdida de la virginidad, otros simplemente a las ganas de arrimar cebolleta, lo que no fue obstáculo para ser utilizada en El show de los teleñecos/The muppet show (http://www.youtube.com/watch?v=BUaGnjRvTFk). Me reconcilia saber que hasta Simon & Garfunkel, máximos representantes del folk-rock ataráxico, tienen una vena, venita, canalla. ¿Se los imaginan compartiendo backstage con Jimi Hendrix y Janis Joplin en el Festival de Monterrey? ¿De qué hablarían?


8. The Only Living Boy in New York by Vilque
Sabes porque lo has oído mil veces que las canciones te trasladan a lugares. En ocasiones es a la fuerza y acabas en un sitio que no te apetece nada, como me pasa cuando escucho Miss You de los Rolling Stones (te pueden entusiasmar los Rolling Stones, pero reconoce que ésta da bajón). Las de Simon y Garfunkel me dejan en Nueva York. No es difícil, claro, mira el título de este tema sin ir más lejos. El mérito está en que me llevan al Nueva York que me gusta. Una ciudad pequeña, cómoda, de tenderos con bigote, libreros y guitarras acústicas. Una ciudad que probablemente no haya existido nunca pero que, tal y como la cuentan ellos en sus discos, es la más interesante del mundo. Nada que ver con la postal de capital desquiciada, gigante, la ciudad que nunca duerme y todo lo demás. No. Vale ya con eso. En cualquier población española de tamaño medio hay más movimiento un jueves por la noche que la semana pasada, ésta y la que viene en Nueva York.

Vivan los jueves universitarios.

P.D. Ojo a cómo se levanta la canción pasado el minuto 1, en el cambio de "Half of the time we're gone but we don't know where"...Talento...


9. Why don't you write me by Anonymous
Encontré esto y me bloqueé.
Espero me comprendas y me perdones, tapir...




10. Bye, bye love by Calvin
Considerada una de las 500 mejores canciones de la historia, esta despreocupada celebración de la ceremonia de los adioses es original de Felice y Boudleaux Bryant. Los muchachitos protagonistas de hoy no hicieron sino versionarla. Y tampoco de la mejor de las maneras posibles (por mucho que suene en mi salón en todas y cada una de mis rupturas). Fue la grabación de debut de los Everly Brothers, el señor Harrison se marcó una curiosa lectura del hit y Ray Charles hizo una de las (maravillosasa) suyas.



http://www.youtube.com/watch?v=cEIFPcW5V98

http://www.4shared.com/audio/UYKUN8Fj/Ray_Charles_-_Ray_Charles_-_By.html


11. Song for the asking by El tapir Nicanor
Los chicos se van de puntillas.
Tarareando a boca cerrada.
Una de esas especialidades.
Buenas noches.

martes, 25 de enero de 2011

DIARIO DE UNA OBSESIÓN



Viernes
No controles. En los Acteón. Somos cuatro en la sala sin contar una fila llena de adolescentes hormonados. Durante la película se hacen fotos. Lo mejor de la No controles es, sin desmerecer el resto, Juancarlitros, el personaje, los chistes y su pelo. Hay momentos en los que, no sé por qué, No controles me recuerda a El guateque.

Sábado

Animal Kingdom. En los Verdi. Mis cines favoritos de la capital. Qué sensación más acojonante ver una película llena de tipos a los que no pones nombre, ni cara (salvo a Guy Pearce). Es increíble: todo adquiere un realismo brutal. No es 'Kevin Spacey haciendo de'. No. Gran película. Hay un momento en el que pienso: ¿a qué tanta cámara lenta? Y otro en el que me digo: uy, se te va. Pero salgo pensando ¡qué bien! Salgo con sensación. Eso ya es.

Domingo

The green hornet. En los Acteón. Doblada. Por evitar el 3d. Buf. Hay algún momentazo. Hay alguna gondryada. ¿Que la podía haber hecho otro cualquiera? Pues sí. Me entretiene tanto como me aburre. Lo del coche partido en dos y lo de cargarse TODOS los tipos que vistan de verde me parecen hilarantes y descabellados hallazgos.

Lunes
Copia certificada. En los Renoir Plaza de España. Amo a Kierostami por encima de casi todo. Odio a la Binoche por encima de algunas cosas. ¿Quién ganará? Mmmmm. And the winner is... ¡El iraní! Me chafo y me arrugo un poco al final. Sí. pero la premisa de la película me deja flotando en ideas a la salida.

Martes

L'argent de poche. En mi casa. No la había visto. Me fascinó. Otra vez un montón de actores desconocidos. Niños de los setenta vestidos a la setenta's fashion. Un montón de críos haciendo de críos. No hay moralina, no hay pretensiones, no hay tesis. O así me lo pareció. Sólo chavales desfilando de acá para allá, haciendo sus cosicas. Y haciéndolas como si fueran de verdad de la buena.

Miércoles
El discurso del rey. En los Ideal. Dos personas de las que me fío entre mucho y mogollón me habían dicho 've'. Aún me pregunto por qué. Vacua, sinsonia, mortecina. No hay emoción, ni siquiera en el esperable y previsible desenlace final. No hay historia. Los personajes son planos y bidimensionales. Los acontecimientos históricos que rodean la anécdota principal son tratados como asuntillos domésticos sin relevancia (la segunda guerra mundial, si eso). Los actores están bien (la plana mayor del star system británico) y la ambientación y la fotografía, estupendas. Película para madres. Y qué frío a la salida, coño.

Jueves
El carnicero. En casa. Guardo un recuerdo lejanísimo de cuando la vi de pequeño. La escena de la excursión es la que se me ha quedado grabada. Sublime. Todo. Me deja del revés. Es perfecta. Absolutamente. Parca. Austera. Lacónica. Precisa. Como un cuchillo.

Viernes
The killer inside me. En los Ideal. Un amigo me dice que no va, que de Winterbottom (culito de invierno para los amigos) no se fía. Luego lee que es una adaptación de una novela de Jim Thompson y me dice que bueno, que en ese caso... La ponen en la sala de los Ideal que es como una broma. Tú vas con unos cuantos colegas y es un pase privado. Debería tener precio reducido permanente. A lo que vamos, la película. Casey Affleck, enorme, él es la peli (me empiezo a preguntar si sabe hacer otro papel que no sea el de perturbardo perturbante), esa voz que irrita tanto y que suena a enfermo... La ambientación, cojonuda. La música, de denuncia. Los créditos, chulos. El resto, pues bueno. El final, cutre, cutre, cutre... Aún a pesar de que me pareció pues eso, una cosa bastante poco ná, la sensación de sexo violento o de brutalidad sexual que rezuma la cinta (¿alguien recuerda Nine Songs? porque aquí no se ve ni una teta, y resulta tan forzado que a veces da la risa, pero imagino que es lo que tiene rodar en Hollywood) se quedó hasta el día siguiente y volvió antes de acostarse, como una cosa pegajosa y morbosa. Así que algo consiguió el culito helado.

Sábado
Greenberg. En casa. Ni se ha estrenado, ni se va a estrenar, me temo. Y no entiendo los motivos. La anterior de este tipo, The squid and the whale, era la hostia. No sé hablar de Greenberg sin contarlo todo o sin tener delante a alguien que la haya visto. Sólo diré que es muy grande, y que Ben Stiller es mucho más que grande (incluso cuando no trata de hacerte morir de la risa).

Domingo
Monsters. En los Renoir Plaza de España. A ver, que nadie se equivoque, esto no es una película de aliens, es una película romántica con trasfondo de ciencia ficción. Me llevó casi desde el minuto uno. Y no es nada del otro mundo (valga la gracieta), pero me funcionó, me gustó y me emocionó. No sé si sería el día. No estoy seguro. Tiene algo. No sé. Eso sí, ellos dos son muy guapos, demasiado para estar atravesando tête à tête zonas contaminadas. (Soy de los que jamás han conocido a nadie medianamente nada en un avión, tren, autobús o durante cualquier tipo de periplo: tiendo a pensar que eso de que se te siente al lado una Lauren Bacall de la vida sólo pasa en las películas, y en las antiguas).

miércoles, 19 de enero de 2011

¿LO PILLAS?



Día de escaso humor, de escaso ingenio, de escaso todo...
Aprovecho para promocionar, difundir y solazarme en el ajeno (¡y cuánto!)...
http://blogerdeniro.blogspot.com/


Y, ya puestos, ahí va una tontunada:
Esto es un desatino... casal (O ¡Como desatina... turner!)
Me voy de farra... fawcett
Al final se avino... méndez
No me des latita... cervera

martes, 18 de enero de 2011

ENTRE EL CIELO Y EL SUELO



Ayer fue, según ciertos científicos, el día más triste de 2011 (un Blue Monday en toda regla). La tontonoticia me habría parecido un chiste televisado, otro más, si no hubiera sido por la sensación de que sí, de que la tristeza se agarraba ahí en algún punto indefinido entre la garganta y el estómago. Rolling Blackouts, el poderoso y colorido y energético nuevo disco de The Go! Team, muy alto en los cascos, intentando dejar KO a las neuronas (que no piensen, que no den vueltas, que no se enzarcen, que no saquen conclusiones, hoy no) fue de lo poco que ayudó a derrotar el asqueroso lunes.




Esta mañana, mientras intentaba quitarme de encima el sueño, Mumford & Sons me han susurrado que quizá lo de ayer no fuera cosa del lunes...

miércoles, 12 de enero de 2011

COITUS INTERRUPTUS



Aviso: esta entrada (es algo que me huelo, aún no la he escrito, pero me noto la vena hinchada, el pulso tembloroso, el colmillo afilado) va a ser altamente violenta. Va a contener muchas explicit lyrics y no va a ser nada políticamente correcta. Lo siento, pero no quiero, ni puedo evitarlo.

Me he levantado con el día obsesivo. Y me he dispuesto a fascinarme (yo soy así: me planifico las obcecaciones) con Townes Van Zandt (Spotify mediante, hasta pasarme por mi tienda de discos amiga). Conocí a este tipo (a Van Zandt, no a Spotify) tarde, mal y nunca y, encima, a través de un disco de otros (el Varshons de The Lemonheads); lo digo sin vergüenza alguna (ya he confesado en repetidas ocasiones que soy animal de asimilación lenta y caótica y de descubrimientos tardíos y desordenados). Pues bien, me disponía yo a empapuzarme la discografía completa de Townes mientras pagaba mi deuda con la sociedad. E iba yo feliz, pasando mi jornada laboral, mecido por la supervoz de este hombre, viajando por Estados Unidos, flipando con el tejano (incluso con algún hallazgo vergonzante, como que Que te vaya bien, Miss Carrusel de Nacho Vegas es en realidad una cover bastante poco covereada de Fare the well, Miss Carrousel del bueno de Van Zandt) y pensando lo de siempre en estos casos: ¿por qué he tardado tanto?, ¿dónde he estado durante todo este tiempo? Cuando ya tenía las botas llenas de polvo del camino, una brizna de hierba en la boca y el sombrero calado, va y me suena (a un volumen, por cierto, que casi me revienta los tímpanos) este pedazo de ripio: "mis sentimientos van en chándal/ y los tuyos visten de dior". Algo o, para ser más exactos, alguien (para serlo aún más, un cabronazo llamado Melendi) me ha sacado de my own private country y, de un patadeto cero sutil, me ha colocado en el peor de los extrarradios. Me cago en todo, me arranco los cascos de cuajo y bordeo el infarto. Eso no se hace.
Y ya que me han roto todo el karma, y no he podido sortear el mal, pues, ale, de cabeza al infierno. Miro y busco. Y compruebo, diría que con horror, pero es más un 'ya lo sabía', que uno de los estribillos más repugnantes que he escuchado en las últimas semanas (me marcó tanto que podría decir hora y sitio en el que mis oídos fueron violados sin miramientos: en una tienda en Atocha, la tarde del 4 de enero) lleva la misma firma, la del tal Melendi. Atención. Redoble...
"Hablando en plata/ Soñando en oro/ Subiendo al cielo/ Bajando al moro"
¿QUÉEEEEEEE?
Hay que ser hijoputa (lo siento) para cascarse semejante poesía (lo peor es imaginar la segura cara de satisfacción que debió quedársele al parir semejante genialidad). Y si luego la cosa se completa con ripios de la altura de "Cuentos de hadas/ Un funeral y cuatro bodas", ya ni te cuento.
La canción que desató la tempestad, la de los sentimientos en chándal, se llama Barbie de extrarradio (¿¿??). Dejo aquí unos fragmentos de la letra porque me parece una cosa de gran espeluznamiento. Y, ya puestos, ved el vídeo (yo sólo he visionado los treinta primeros segundos, pero lo de los neones es un trauma visual a la altura de la imagen de Roldán en calzoncillos simulando follarse el flotador aquel con forma de ballena o tiburón)

Tu subes como la marea
yo bajo como la tensión

pa mi es como un rompecabezas
lo que pa ti cae de cajón
yo tengo arrugas en el alma
tú, piedras en el corazón
mis sentimientos van en chándal
y los tuyos visten de dior

Una taza de té por favor
para este desnatado corazón
que poco a poco se desangra
barbie de extrarradio.

Y detente
pasé mis años olvidado en una trampa
para ratones en la que tú eres el queso
tú con carrera en el amor
y yo en 1º de la ESO
pa estudiar el primer beso que me diste

y ahora te digo que no tienes corazón
que no me dejas elección
que nuestra relación fue un chiste
querida barbie de extrarradio
corre tu tinte esta esperando


http://www.youtube.com/watch?v=f41rIgQF-Mw

Siento la vomitona.
La próxima, vuelvo al orden.
Pero mientras, dadle a Van Zandt.
Es infinito.

lunes, 10 de enero de 2011

LIBERTAD CONDICIONAL



Tengo una amiga que, además de guapa, es lista. Cuando nos juntamos nos dedicamos a inventar teorías estupendas que luego nos sirven montones y que no paramos de utilizar cada vez que se nos presenta la ocasión. Una de ellas fue la celebrada F.F, de la que ya hablé en una ocasión. Otra que acuñamos con menor éxito pero igual convicción fue la ysitomía. La ysitomía consiste básicamente en extirpar de nuestras vidas el 'y si'. Ese maldito condicional que nos hace enrocarnos una y otra vez en el pasado, en la fantasía, en la realidad paralela, en otra vida que no es la nuestra (ni lo será). En la puta y simple y llana frustración. ¿Cuántas horas, noches y días habremos perdido con el brillante e imaginativo ejercicio de 'y si hubiera hecho tal en lugar de cual'? O lo que es peor, ejercitar el 'y si' en tercera persona. '¿Y si fulanita me hubiera dicho hache en lugar de beeeeee?' Mal. Error. Comportamiento errático, como dice otra amiga mía, también lista y guapa. ¡Qué cosa más nefasta el condicional vital (no el gramatical, que yo estoy super a favor de todos los tiempos verbales y los amo a todos por igual y los utilizo sin discriminación)!

Pues bien, mi amiga y yo, probablemente anegados ambos a dos en y por la práctica abusiva y descontrolada del 'y si', decidimos enunciar una teoría (al menos una teoría, que la práctica ya se vería) con la que erradicar de nuestras vidas esa manía nefasta y tan improductiva y dañina de pensar siempre en lo de al lado, en lo de atrás o en lo de alante, pero nunca en lo de ahora y en lo de aquí. Tras años de intentar ponerlo en práctica y de irlo logrando poco a poco, me topo el otro día de bruces y por azar con Mr. Nobody. Una película que lleva el 'y si' al paroxismo más delirante, paranoico y desazonante que en el mundo pueda haber. El condicional elevado a su enésima potencia. ¿No te gustaba eso de pensar en que hubiera pasado si? ¡Pues toma dos tazas! Para rematar semejante dislate, el protagonista de la película es Jared Leto (actor cuya existencia desconocía hasta hace poco y que ahora me persigue: no pasa semana sin que le vea. De hecho, tras intentar tragarme Mr. Nobody -cosa que no conseguí y mira que yo no me dejo una película sin acabar así me maten-, saltó el puto clip de 30 seconds to Mars, otra vez con Jared, y después cuando me disponía a ver American Psycho, veo que TAMBIÉN ahí sale el señor Leto. AAAAAAAAAAAAAAAAAJ).

Bueno, a lo que iba, que Jared me nubla. La cosa en Mr. Nobody va de las vidas posibles e imaginadas de un tipo. Y juro que le puse buena voluntad e intención, y que, al principio, me tragué la premisa, y que hasta me parecía una cosa estéticamente bonita, como de videoclip. Pero luego ya no podía más de suposiciones, posibilidades, garrapiñada de tragedias (ay, Iñarritu, cuánto daño has hecho al cine con tus lasañas de drama) y demás pajas mentales. Y tuve, ya digo, que darme por vencido, e incluso, que dejar de verla... Me dice una amiga (otra, también lista y guapa) que sí se la tragó enterita, que al final la cosa es: 'mira, da igual lo que pase, vive tu vida y punto'. En ese caso, claudico un poco. Pero qué poco zen me pareció todo. ¿Dónde están el aquí y el ahora? Qué forma de arruinar y de malgastar esa cosa llamada tiempo y apellidada vida, que por mucho 'y si' (disi) que se le eche, no vuelve jamás.

martes, 4 de enero de 2011

UNA ROSA ES UNA ROSA



Mi madre ha tenido y tiene una mano espectacular para las plantas.
Recuerdo que la palabra esqueje me acompañó de pequeño.
'Cógeme un esqueje de ahí'.
Mi madre había montado en la parte trasera de casa un 'laboratorio', así lo llamábamos. Una tabla, un par de borriquetas y unas cuantas macetas. Frascos y plantas. Ahí hacía ella sus experimentos. 'A ver si agarra', 'lo tengo que trasplantar', 'hay que ponerle una guía'. De entre todos los ensayos vegetales de mi madre, el que mejor se le daba y se le da eran y son las rosas. Rosas de todos los colores (pero nunca muy fuertes, siempre en tonos desvaídos, indeterminados, difusos), gordas como puños o más finas, con un olor de vértigo o casi sin aroma. Rosas. Y mi madre se inventaba colores. No sé cómo. Pero en mi recuerdo así era. Ideó una rosa a la que llamó Nicanor. Era de un rosa muy débil, casi blanco, suave y con un olor que aún me viene si me concentro. La rosa Nicanor.
Todo eso he recordado -el jardín de la infancia, y los guantes, y la tierra, y las tijeras de jardinería- al leer Las rosas de Eça de Queirós. Un artículo periodístico de esos cuya lectura proporciona gran placer. Sobre la historia de la flor de flores (por mucho que a mí me guste más la hermanita pobre, la margarita), sus más y sus menos con la iglesia católica (hasta para relacionarse con plantas, tiene sus cosicas la empresa más duradera de la humanidad) y su conversión en símbolo político. Se lee en un interludio. Abres los ojos y los cierras. Y ya. Como comerse una violeta.

domingo, 2 de enero de 2011

ME PIDO...



Venticinco deseos para 2011:


1. ¡2011, 2011! ¡Ojalá no nos muramos durante ninguno de tus días!

2. Vitaminarme y supermineralizarme.

3. Que J me escriba un libro y que tú me lo prologues.

4. Deseo perder la vergüenza a que se me vean las alas.

5. Que sea contigo cerca
Que no sea el ultimo de la humanidad
Que sea contigo
Un año
Nada más y nada menos

6. Que cambien al staff de El Pais Semanal

7. Que se publique el libro disco Casi Un musical de una puta vez.

8. Deseo que la sonrisa permanezca en mi cara casi a diario y no sufrir en vano.
Deseo que mi sueño se cumpla y no dejar nada en el camino.
Deseo ser casi licenciada.
Deseo entender para poder asimilar.
Deseo ponerle un motor a mi carro para no tener que tirar de él.

9. Quiero ser Antonio Ozores, como de pequeño.

10. Mi deseo es que al tapir los Reyes le traigan todo lo que quiera.

11. Deseo que Peter Jackson ruede la adaptacion al cine de Mazinger Z.

12. Deseo ser ministra de Cultura. Sé que no estoy capacitada pero es que me encantaría.

13. Mi deseo para 2011 es que mi niño esté muy sano y muy contento todo el año.

14. Mi deseo es sentir mucho deseo. Es que es muy sano el deseo (me refiero al de carne humana).

15. En el año que se abre me gustaría que ocurriesen cuatro cosas: que reediten “Cómo acabar con los libros de cómo” de Rudy Cansado, que en Madrid haya muchos días de cielo madrileño, que Wikipedia cada vez tenga más y mejores entradas y que una compañera que tengo en el piso de arriba me siga regalando su amistad (que en invierno es un abrigo muy calentito y en verano el abanico más bonito). Como bonus track, añadir que siempre he querido tener un espejo de cristal de Murano para no verme las arrugas que no me van a salir por no cumplir un año más.

16. Tener un novio que me quiera.

17. Mi deseo que es vuelva Enrique Morente, de donde quiera que esté.
Que la palabra Guión recupere su tilde.
Que la cabeza de Manuel Chaves eche al fin a andar por sí sola.
Y que las semanas dejen de ser de tener siete días. Que a veces tengan más y a veces tengan menos.
Ah, y que al fin los animales se vistan como las personas.
Y si Esperanza Aguirre, el tío de la coleta de Jarabe de Palo, Iñarritu y Miguel Bosé pueden irse al sitio dónde quiera que esté Morente (siempre que él vuelva) el 2011 será, sin duda,
UN AÑO PERFECTO.

18. Nadar contigo en el mar.

19. Que sigamos en posesión del arte de inventar nuevos errores.

20. Que a ninguno de los míos le pase nada malo.

21. Sobre todo salud. Y amor que no falte. Dinero no, que ya sabemos que no da la felicidad (sólo la compra).

22. Euromillones.

23. Que el dia 2 el Gobierno dé marcha atràs a la Ley Antitabaco para que nuestros hijos no se queden sin conocer la sensación de ahumarse en un local cerrado con unos amigos y unas cañas. Uno de los placeres màs delicados y asequibles que nos ha proporcionado el Estado de Bienestar. Y que 2011 sea un año muy feliz y sin amarguras, claro.

24. Que un cataclismo lo arregle todo de golpe. Aunque mejor pensado... que plantemos nuestro árbol.

25. Querer más y mejor.



(Como siempre, gracias a los que han participado, por hacerlo.
Y a todos, toditos, todicos, ¡feliz, feliz once!)