domingo, 26 de junio de 2011

DICEN POR AHÍ



Dicen por ahí que Luis Brea es el Joaquín Sabina del siglo XXI, el Julio Iglesias del indie. Sigo dándole vueltas al porqué de la primera -y tan ofensiva*- comparación; la segunda -y tan halagadora-** se entiende perfectamente después de escuchar Dicen por ahí).

El caso es que, con o sin comparaciones, con o sin referentes, con o sin etiquetas, el EP De lo dicho nada de Luis Brea me gusta entre mucho y un montonaco.

Porque suena espontáneo, puro, honesto, de verdad (razón por la cual, insisto, no entiendo el paralelismo con Sabina, tipo que me parece tan alejado de la espontaneidad como Marujita Diaz de la sobriedad);

porque precisamente por esa falta de impostura me resulta extrañamente emocionante;

y digo extrañamente porque el humor y la anécdota están presentes casi en todas y cada una de las letras (buenísimas, por cierto);

por el tenso contraste entre esas letras y la música que suena y resuena que anuda y deshace, que invita al cachondeíto o al retorcimiento, que crece o se hace mínima;

por haber hecho la canción del verano (Botellas de Mahou);


LUIS BREA: Botellas de Mahou por JorgeFlames

por haberse atrevido a cantar una canción al más puro estilo Yulio de los setenta (Dicen por ahí);

LUIS BREA, DICEN POR AHI from lamusica es on Vimeo.


por frases como 'podrás hacer conmigo lo que quieras mientras lo hagas tú' (a mí que no me digan que no es una declaración en toda regla, rollo perfecta hostia romántica en toda la cara);

por la ausencia de prejuicio;

y porque hay una cierta y ligera melancolía flotando, pero sin dramas, sin forcejeos innecesarios, sin gravedades plúmbeas.



* lo siento pero no paso por Sabina, no me gusta, nunca me ha gustado, ni siquiera entiendo el 'bueno, vale, pero tiene grandes letras'. No me gusta el ripio, no me gusta el gargajo en la garganta, no me gusta el tópico topicazo, ni la imagen recontramanida y requetesobada; perdónenme sabinistas.

** lo siento pero amo a Julio por encima de todas las cosas como ya ha quedado bien patente en este mismo blog; perdonenme gentes de bien.

jueves, 2 de junio de 2011

AQUÍ Y AHORA

Es difícil ver dos buenísimos conciertos con dos días de diferencia.
Es más difícil saber que probablemente van a ser los dos conciertos del año.
Y ya dificultad grado Rappel (por el poder de adivinación) es tener esa certeza absoluta cuando aún quedan más de seis meses para que 2011 diga adiós.
Pues, estimada fauna tapiresca, esto... ha... sucedido...



El martes 24 en la sala Arena (me niego a llamarla Heineken) el señor Bill Callahan -aka, en otros tiempos, Smog- dio uno de esos recitales. Dos músicos en escena y él, como un joven Jimmy Carter (imagino que Carter lo fue, pero yo ya le pillé viejuno), ataviado con un perfecto y old fashioned traje. Una voz que agujereaba (ellas, todas, se enamoraron), un batería increíble y unos arreglos sacados de algún libro de magia. Esa sensación que tanto busca un amigo mío -y testigo de estos dos milagros en una semana- de ver música que se está haciendo en ese momento, delante de ti.

http://www.youtube.com/watch?v=RlYP2dgO1CY&feature=related




El jueves 26, el abajo firmante se volvió literalmente loco viendo en el escenario ATP del Primavera Sound al señor Glenn Branca y su Ensemble -noise-. Un señor de más de sesenta años dirigiendo una orquesta (tres guitarras, un bajo y una batería) noise... Con partituras. De nuevo esa sensación de música haciéndose. Allí y entonces. Por mucho que algunos me rebatieran al día siguiente, el padre espiritual de Sonic Youth no ha sido rebasado por sus alumnos. Ni de coña... Aquí os dejo una cosa que se oye como el culo, pero que da una idea de lo a tope que se pone este señor en directo.

http://www.youtube.com/watch?v=MaavPO3eZY8