miércoles, 31 de marzo de 2010

BIS A BIS

Qué bien cuando las voces empastan
Cuando ella y él se buscan
Se encuentran
Y se dan la réplica

Aquí van cinco duettos
Me vinieron así
Sin pensarlo
De natural


1. You and I - Jeff Tweedy & Feist (qué bueno el último disco de Wilco, qué bonita canción y qué bonita la hacen)




2. Some velvet morning - Nancy Sinatra & Lee Hazlewood (impresionante, perfecta, sublime, poderosa, fan rendido del bigotes)




3. Interlude - Morrisey & Siouxsie (maravillosa cover de la maravillosa original de Timi Yuro)




4. Parole, parole - Mina & Alberto Lupo (aunque la versión que se cascan la pobre Dalida & Alain Delon me gusta tanto o más)




5. Por qué te vas- Jeannette & Sacha Distel (joya oculta, pero qué grande por Júpiter... Monsieur Distel, la elegancia in person)

lunes, 29 de marzo de 2010

EL TERMÓMETRO




FRÍO, FRÍO

Green Zone
Pues, ¿qué quieren que les diga? A mí Paul Greengrass me gusta (exceptuando United 93, que me puso, en todos los sentidos, de los nervios) y cuando se junta con Matt Damon, más (el mito Bourne me parece una de las mejores sagas de los últimos años). Pero Green zone me dejó bastante indiferente. Que el caos diurno de Bagdad está bien rodado, que la sensación de peligro de los yanquis metiéndose en terreno desconocido está lograda, que las escenas nocturnas -tan Vals de Bashir- son perfectas... No lo dudo. Ahora, hacerme un thriller sobre la 'posibilidad' de que lo de las armas de destrucción masiva en Irak fuera una engañifa de los EEUU para entrar a saco en el país y poner a un títere... Pues no compro. Básicamente porque ya me lo sé y lo tengo más que interiorizado. Allá imagino que hay todavía quien no lo tiene claro, de ahí la necesidad de dejárselo meridiano. Pero yo, como que bostezo...

El escritor
Ha vuelto el mejor Polanski. Polanski se supera a sí mismo. ¿¿QUÉ?? Ni de coña. El escritor es un thriller político de lo más convencional (salvo en la forma, hay poco deje Roman) y de lo más aburrido (uf, cuánto giró de guión superpuesto al final, y venga, y otro, y uno más). Y mira que los actores están todos bien (ay mi querido Timothy Hutton, Ewan McGregor que cada vez me gusta más, y qué voz tiene Pierce Brosnan), y mira que al principio me recordó por aquello de la playa, la luz, la encerrona y el cautiverio a La muerte y la doncella... Pero no, lo siento. Me aburro. Un coñazo de los de dar cabezadas. Para olvidar.


TEMPLADO Y SUBIENDO

El profeta
A ver, a mí la última de Audiard (un tipo que, por cierto, me parece tocado de un cierto aura fascinante), De latir mi corazón se ha parado, me emocionó hasta la lágrima. Así que yo ya iba con medio cuerpo vendido, pero mientras estaba viendo Un profeta había cosillas que, ay, uno que es a veces un poco extremista, me molestaban, me disgustaban, o directamente, me chirriaban. Cosillas de esas con las que uno piensa: ¿era necesario? (preguntarme esto en una sala de cine me corta todo el rollo, la verdad). Así que salí un poco como poco. Después, la película ha ido creciendo en mi cabeza y recuerdo, sólo recuerdo, las grandes secuencias, la historia, el personaje. La sensación de pues sí que es una gran película, qué coños.


CALIENTE

Buffet frío
Una freakada de las buenas. Humor negrísimo y absurdo. Surrealismo a la francesa (alguna pretenciosidad ya se les escapa, ya).

Royal Flash
Resulta que hay un personaje medianamente de culto, medianamente mítico llamado Harry Flashman, cuya existencia yo, por supuesto, desconocía. Resulta que sobre sus andanzas hay editados unos cuantos libros y resulta que el autor es un tal George MacDonald Fraser. El susodicho Harry Flashman es un joven oficial británico, pero está lejos de lo que se le presupone. El valor y tal, como que no van mucho con su idiosincrasia. Flash Royal, de Richard Lester (sí, el de las pelis de los Beatles y Superman 2 y 3 o Robin y Marian) es una visión descacharrante, desprejuiciada y paródica del género de aventuras. Muy pop, 100% british (está ahí lo mejorcito del imperio: Malcolm McDowell, Oliver Reed, Lionel Jeffries...), algo de retranca jamesbondiana (luego descubrí que el tal MacDonald Fraser había sido guionista de algún 007) y con regusto Monty Python. Absurdamente divertida. Bobísima.

Pasado de vueltas
Lo siento, pero soy fan de estos tres: Gary Cole, Will Ferrell y Sacha Baron Cohen. Sacha haciendo de piloto de carreras gabacho y gayer, enorme. Un poco de sal gorda a ratos va bien.

Los hombres que miran fijamente a las cabras
Una cédula del ejército americana entrenada para ser Jedi, con sus premisas y su filosofía. Anda que no mola. Y luego metemos a Jeff Bridges, George Clooney (pero qué grande es este tío), Ewan McGregor ("¿un Jedi? ¿y eso qué es?") y Kevin Spacey... Y bueno. Que la cosa podía haber sido mejor, seguro (el final, se les va, se les va), pero que aún así son risas y más risas y mucha, pero mucha coñita, pues también.

viernes, 26 de marzo de 2010

ETIQUETA NEGRA



Por uno o mil motivos, hace siglos que ni compro, ni leo el Rockdelux. El otro día, por azar, cayó un ejemplar entre mis garritas. Y volví a disfrutar cual enano de las etiquetas/géneros que le ponen a los discos. Descacharrantes, delirantes, despiporrantes, explicativas, imaginativas, mágicas. Felices luminarias. Si alguna vez invento algo ya sé a quien acudir para que bauticen el artilugio.

Ahí van las que más me gustaron:

Catálogo de sonidos
Pop agnóstico
Relajo latino
Indie para niños
Pop didáctico
Astro-rock
Murmullos
Paisajismo instrumental
Réquiem pop
Pop infantiloide envenenado
Inteligencia artificial
Noise-punk fugaz

miércoles, 24 de marzo de 2010

LA PAZ SEA CONTIGO, HERMANO



¿Estabas enfadado con los Coen?
¿Habías perdido la confianza en los hermanísimos?
¿Los que una vez crearon al Nota empezaban a resultarte infumables?
¿Recuerdas con una nostalgia de las malas la primera vez que viste Fargo?

A serious man te reconciliará,
hará que confíes nuevamente,
te liquidará nostalgias absurdas
y te dará alas.

Y no puedo decir nada más.
Sencillamente porque en su forma y en su fondo me chifló.
De esas películas que te dejan sonrisa Risi.
Por lo asombrosamente bien que funcionan.
Un amigo dice que es el mejor guión del año (el caso justo: es andaluz).
Otro que se ha reconciliado, por fin, con Joel & Ethan.
Pues eso.

lunes, 22 de marzo de 2010

DESDE RUSIA CON AMOR



Los nombres de los escritores rusos me fascinan. Su grafía, su sonoridad, sus consonantes (tantas y tan juntas), sus vocales (tantas y tan arrebujadas), sus tildes (tantas y tan imposibles). Esos nombres... Suenan exóticos, lejanos, ensoñadores, melancólicos, misteriosos, recios, rigurosos, vigorosos. Mijaíl Bulgákov, Antón Chéjov, Evgeny Nikolaievich Chirikov, Fiódor Dostoyevski, Máximo Gorki, Vasili Grossman, Nikolái Gógol, Vladímir Korolenko, Piotr Kropotkin, Sergéi Mijalkov, Vladimir Nabokov, Teófanes Prokopóvich, Aleksandr Pushkin, Valentín Rasputin. Se le llena a uno la boca...

Este viernes fue el turno de Iván Turgénev y su Primer amor, una novelita cortísima que cuenta con encanto naïf y trasnochados dejes románticos (léase dramáticos) lo que el título anuncia: el descubrimiento, las fases y los dolores del enamoramiento primerizo. Fue perfecto para un día de lluvia calmada, serena y cálida. Porque no es lo mismo que llueva en primavera. Igual que no es lo mismo que tu amada se llame Zinaida.

jueves, 18 de marzo de 2010

A MI MANERA

¿la mejor?

¿la peor?

ayúdenme


































Nota a pie de página:

La frase de la semana:
Now more than ever, we need the Jedi.
De Los hombres que miran fijamente a las cabras.

miércoles, 17 de marzo de 2010

A FAVOR, TOTALMENTE A FAVOR (II)

Antes de leer, vean esto:



Y ahora sí, lean, pero canturreando por lo bajini (y comiéndose o alargando sílabas según convenga, ejem):

A favor, totalmente a favor de las cosas que me dice, de las que piensa y, por supuesto, de las que se calla.
A favor, totalmente a favor de leer sus cómics en casa, en el autobús o incluso en el retrete.
A favor, totalmente a favor de Juanjo Sáez y de sus viñetas.
A favor, totalmente a favor de él...
A favor del Juanjo y de sus dibujos, de vivir del cuento y de su historia del arte también estoy a favor.
De él y de su mamá por defecto, de sus viejas tiras, y de su novia y de su abuela, hasta de sus superpatillas.
A favor, totalmente a favor, de Juanjo Sáez y de sus viñetas.
A favor, totalmente a favor, de él...



lunes, 15 de marzo de 2010

A GRANDES MALES, PEQUEÑOS REMEDIOS



Queen of Denmark, el debut en solitario de John Grant (The Czars).
Suena a muchas cosas que me han gustado, me gustan y me gustarán.
De un golpe recupero la serenidad perdida.
Por un momento, todo parece colocarse.
De un plumazo, el tiempo se detiene.
La angustia se desintegra.
La calma se impone.
Dream pop, again.

Además hay una canción que se llama Sigouney Weaver.

viernes, 12 de marzo de 2010

ABRE LA BOCA. De piños y puños. (2ª parte)



Durante los últimos diez años, cada vez que hablo un rato sobre piños (esto ha quedado raro, ¿el diente como tema de conversación?; y lo que es más, ¿como tema de conversación recurrente?), me acuerdo de ese trozo de Experiencia, en el que Martin Amis cuenta que su madre solía decir que los españoles teníamos (¿tenemos?) la dentadura como si fuera un catálogo de frutos secos. Aquella comparación me hizo reír a lágrima viva, además de resultarme de lo más gráfica. Visualicé una boca llena de pasas, kikos, y, ¿por qué no?, algún pistacho. A lo que iba: la segunda tanda de microrrelatos bucales. De nuevo, gracias y pleitesías y reverencias.

5.
Mi mandíbula está loca.
Estoy bien. Estoy bien. Todo va bien.
Lo único que ocurre es que mi mandíbula está loca.
Ella aprieta, rechina o decide quedarse atrás, demasiado atrás.
Está empeñada en llamar la atención y es capaz de todo.
Sé cuáles son sus intenciones reales.
Está en guerra con mis incisivos superiores.
Está harta de quedar siempre por debajo.
Así que por la noche sueña.
Sueña que consigue ir hacia delante,
Tanto que los incisivos inferiores quedan por delante de los superiores.
Entonces aprieta aún más fuerte hasta quedar enganchada.
Y una vez ahí, tira hacia atrás, arrastrando hasta hacer añicos todo lo que está a su paso.
Mi mandíbula es intratable, pero le estoy empezando a coger cariño.

6.
Oslo, primavera de 2002. Sólo pregunté si podría llamarla alguna vez. No imaginaba que el tipo, enorme, tardaría menos de un segundo en abalanzarse sobre mí, tirarme al suelo del bar y patear, alternamente, mis riñones y mi cabeza hasta hacerme perder el conocimiento. Doce días hospìtalizado, nueve kilos y seis dientes menos. No tuve necesidad de llamarla, ella se encargó de mi defensa, de administrar la indemnización, de comprar los billetes de vuelta y conseguir el nuevo apartamento. Al sur del sur. Ahora duerme, por eso los auriculares. ¿Qué escucho? Vainica Doble. Esa de "rubias gentes me tienen compasión porque me falta algún diente y entre dientes me río yo".

7.
Siempre quise morder una piedra. Cada vez que ando por un caminito de piedrecitas me apetece chuparlas. Tampoco me pierdo un camión descargando piedras para mezclar con cemento. Me gusta el sonido. En la playa no puedo evitar meterme chinos en la boca. Un día sentí el mismo deseo con una columna. La mordí. Suave. Luego más fuerte. Me rompí un cachito de una paleta. Fui al dentista. Le dije que estaba jugando en el patio y que me empujaron. Pensó que yo era gilipollas. A mis 9 años yo pensé que el gilipollas era él por tragarse aquello. Ahora sigo chupando los chinos de la playa. Las playas de arena fina no son para mí.

miércoles, 10 de marzo de 2010

ABRE LA BOCA. De piños y puños. (1ª parte)



Me gustan esas conversaciones que culebrean y se pierden. El otro día comiendo con unos amigos acabé contándoles el célebre y reciente episodio de Raphael perdiendo un diente en un concierto. Pusieron cara de no creérselo del todo (ojos achinados, boca fruncida, ceño ligeramente arrugado). En cuanto llegué a mi centro de explotación, les mandé el youtube que autenticaba el denteroso (ja) hecho. Las espontáneas respuestas fueron gloriosas. Tanto que tuve que pedir a otros amigos microrrelatos con los dientes como protagonistas. Aquí van los que he conseguido recopilar. Memorables. Como siempre, gracias por vuestro ingenio y generosidad.

1.
Una vez el Paulino y el Vito, dos de mi clase, se cascaron, Paulino le dió un puño al Vito y se le puso el piño de la paleta negro, después azul, lo tuvo un tiempo azul y un día vino sin piño, luego vino con piño blanco, pero a todos nos gustaba el piño azul y le achuchábamos al Paulino para que le metiese el puño. Vallecas, año 0.

2.
Me partí la paleta izquierda comiendo un sandwich de jamón York. El telesilla en el que viajaba era muy antiguo y apenas me entraban las piernas así que preferí dejarlas colgando. Abri el papel albal. Sin pies y sin brazos que hicieran contrapeso, la barra volvió hacia mi, me estampo el bocata y me rompió la paleta izquierda. Fui donde mi tía dentista. Me lo arregló mientras me contaba cuanto daño le había hecho Marathon Man a la consulta de su difunto padre el año de su estreno.

3.
El otro día fui a la consulta del dentista a que me hiciera un empaste. El dentista, muy simpático, me explicó que la caries estaba debajo de una funda y que la iba a intentar retirar para poderlo empastar. Al hacerlo, algo crujió y vi que el dentista palidecía: "Se ha decapitado", dijo. Aterrado, llevé la lengua donde antes estaba el diente, encontrando sólo dos picos a ras de encía. "Hay que extraer". Fui a la consulta del dentista a que me hiciera un empaste y salí sin piño. No sé si es un microrrelato, pero es una maxiputada.

4.
Campamento de verano. Un niño de once años bebe agua de un botijo. Llega uno de diez, con su repugnante sentido del humor. Se le ocurre la gracia de darle al botijo en el culo para que se le estampane en la cara al de once. Con ello, el pitorro del botijo le casca un diente al de once. Que se lanza a partirle la cara al diez, con toda la razón.
El de diez se defiende apelando al sentido del honor:
-¡Cobarde, métete con los de tu edad!

lunes, 8 de marzo de 2010

FOU RIRE




A riesgo de que esto se convierta en el consultorio del abuelito Nicanor, paso a transmitiros la petición de un amigo (lo único que me tranquiliza es saber que esto no ha sido efecto dominó por el post epifánico del otro día: el demandante tiene a bien, juas, no leer jamás este blog. Aún así -qué jeto- me ha pedido que haga uso de él para intereses espurios -el adjetivo está cogido por la pelambrera, pero tenía demasiadas ganas de usar el palabro-). Mi mencionado amigo me dice que utilice este blog como plataforma (en el fondo, qué gustico da eso de que te pidan plataformear, te hace sentir powerful) para preguntaros, doctos lectores, una lista de buenas novelas de humor que hagan reír, pero reír; nada de sonriseto risotto, hablamos de carcajadas, bocaza abierta, ojos llorosos y demás. Una risotada franca e imparable. Lo que quiere mi amigo es hacerse, dice, "un fondo de armario de risa". Luego me acota, os acota a vosotros, la cosa (rollo número máximo de obras citadas, que no sea para epatar, que hayan sido realmente leídas, blablabla). Yo os digo que ni caso. Aquí no hay limitaciones que valgan porque, uno, no es mi estilo; y dos, vosotros -me consta- sois gentes de bien (él desconoce estas dos circunstancias, porque, ¿os lo he dicho ya?, no para por aquí. Aprovecho la ocasión para saludarle: seguro que, ahora sí, (n)os está leyendo, jojo).

Así que aquí va nuestra lista, una puesta en común revuelta, agitada y sin pies ni cabeza (como podréis observar a tenor de la disparidad de gustos y criterios, y de donde se deduce lo subjetivo, personal e intransferible de la risa) de mi amigo, un amigo de mi amigo (que, como diría Objetivo Birmania, esmiamigouhvayalío) y yo mismo. Espero las vuestras.

La versión de Barney - Mordecai Richler

Dos damas muy serias - Jane Bowles

El buda de los suburbios - Hanif Kureishi

Los seres queridos y Noticia bomba - Evelyn Waugh

Dinero a espuertas - P.G. Wodehouse

La leyenda del santo bebedor - Joseph Roth

Una buena idea - Antonio Álamo

El vicario de Wakefield - Oliver Goldsmith

Diarios de un genio - Salvador Dalí

Todo es comparable - Oscar Tusquets Blanca

El mal de Portnoy - Philip Roth

Wilson el chiflado - Mark Twain

Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie - Juan Eslava Galán

Opiniones contundentes - Vladimir Nabokov

Asesinatos S.L. - Jack London

El maestro y Margarita - Mijáil Bulgákov

Ladrones y mentirosos - O'Henry

Un año pésimo y Llenos de vida - John Fante

La conjura de los necios - John Kennedy Toole

Sin noticias de Gurb - Eduardo Mendoza

El porqué de las cosas - Quim Monzó

Wilt - Tom Sharpe

Mi familia y otros animales - Gerald Durrell

La exagerada vida de Martín Romaña y Permiso para vivir (Antimemorias) - Alfredo Bryce Echenique

Una lectora nada común - Alan Benet

El molinero aullador y Delicioso suicidio en grupo - Arto Paasilinna

A la caza del amor - Nancy Mitford

La pesca del salmón en Yemen - Paul Torday

viernes, 5 de marzo de 2010

PATIO DE RECREO



Qué divertido, pero qué divertido me parece el último disco y homónimo de Field Music.
Busco en mi querido Casares la palabra divertido.
Dice: "Alegre, de buen humor. Que divierte".
Y de divertir, asegura, entre otras acepciones: "Entretener, recrear".

Pues eso es para mí este álbum doble (cosa que, de partida, suele ser la antitesis de la diversión). Pero es que las veinte canciones de este álbum zigzaguean que da gusto. Imposible aburrirse. Juego, esparcimiento y distracción. Jeff Buckley, Led Zeppelin, unos Bee Gees pasados de ácido, Midlake, The Who, The Rocky Horror Picture Show, Robert Wyatt, Talking Heads, unos Queen que no lo parecen -thanks God-, dejes de Pan Sonic, el Prince más ochentero.

Qué buen rato, oye.

Aviso a navegantes:
Es tal la freakada que seguro que a más de uno le parece un turronaco intragable.

miércoles, 3 de marzo de 2010

L'AIR DU TEMPS



EL PASEANTE

Fue en agosto de 2001. Un muy buen amigo me regaló El paseo de Robert Walser. "Al tapir, con quien, a veces, paseo". Eso decía la dedicatoria. Recuerdo un remanso de paz inundándome con la lectura de este libro que no cuenta nada y habla de todo. Una serenidad inaudita: aquel verano se amontona en mi biografía como un episodio truculento, infernal. Lleno de agujeros negros. Descubrí el placer de leer despacio, de paladear, de saborear, de detenerse una y mil veces en la misma frase. Cegado de tanta belleza. Fulminado por tanta hermosura. Poco después, ese mismo amigo me regaló Jakob von Gunten y volví a maravillarme ante tamaña perfección. No me acerqué mucho más a Walser. Como los yonquis avariciosos, preferí guardarme dosis para casos de extrema necesidad. Saber que había más, algo más, y que podía volver. No quería acabarlo. Ahora, recién terminada La rosa. Aún gozosamente emocionado. Otra vez ese ritmo walseriano, no cabe otro adjetivo. Otra vez esas sentencias magistrales. Otra vez l'air du temps. Otra vez ese aplomo. Otra vez ese universo cotidiano pero único, reconfortante pero doloroso, trivial pero íntimo. Otra vez lectura en estado puro.


VANITAS VANITATIS

¡Qué morboso placer produce verse a través de los ojos de otro! Y si es a través de los ojos de otro que te han mirado o visto en las palabras de un tercero, el morboso placer se torna fetichista orgasmo. Llámenlo curiosidad, díganme vanidoso, pero no puedo sustraerme a la llamada imperiosa y urgente que me provoca un "me he leído tal y me he acordado de ti" o "tal personaje de tal película es clavadito a ti" o "es como si te hubieran escrito tal canción". En el momento en que la fórmula mágica es pronunciada, la codicia se apodera de mí, y mi carácter de lo común poco obsesivo y caprichoso se torna febril y ansioso. No lo puedo evitar. Es más fuerte que yo. Sólo vivo en y por. La pesquisa del libro, la película o el disco. Tengo que leerlo, verla, escucharlo. Tenerlo. Un sabueso en busca de pistas. Un detective rastreándose a sí mismo. A la caza de indicios. Mi último arrebato de fisgonería me ha llevado a La rosa. El precio de mi insaciable voracidad fue recorrerme cinco librerías. Justo castigo. Fracaso absoluto. Hasta que, por fin, en la sexta -La Central del Reina- lo encontré. Un solo ejemplar. Sucio y polvoriento. Lo abracé cual Gollum. Mi tesoro.

lunes, 1 de marzo de 2010

SOBRE HÉROES Y TUMBAS







¿Qué tienen en común Ian, Serge y Evan?

Su fotogenia, su facilidad para ligarse a mujeres espléndidas, su talento.
Su 'somos gentes de extremos', sus canciones -parte de mi BSO vital-, su halo de malhadados.

Y, bueno, vale, sí, vale: no, no, nada. No tienen nada en común SALVO salir en el número de marzo del Uncut todos ellos. Juntos, pero no revueltos. Del primero se cuenta cómo fue la grabación de Closer; del segundo, de dónde sale l'Histoire de Melody Nelson; y el tercero habla a lo gonzo de su discografía. Me lo pasé muy bien con ellos tres este domingo. Ian me encogió el alma, Serge me puso macarra y Evan me hizo reír y abrir los ojos cual platos. Así que, bueno, no hay motivo para escribir esto. No hay razones para juntarlos. No hay coartada posible para este trío. Salvo sus tres nombres colgados en mi tarde dominical. Nada más. Nada menos. No me parece poco. Sinceramente. Y estas fotos eran demasiado bonitas como para no.