sábado, 26 de septiembre de 2009

YO CONFIESO



Minutos después de ver Malditos bastardos, una tarde cualquiera, en una terraza cualquiera, ante un vermú cualquiera:
- ¿Qué tal Malditos Bastardos?
- Muy bien, está guay
- Pero, ¿tú eres tarantiniano? (pregunta capciosa para tratar de discernir cuanto hay en mi juicio de fiable)
- Mmmmm, no, realmente, no...

Esta misma conversación la he tenido ya más veces. Se repite, en concreto, con cada nueva película de Tarantino. Y, también, en cada ocasión, se me queda flotando como un estúpido mea culpa mi supuesto no tarantinismo. Y, también a cada ocasión, me pregunto si he sido realmente sincero. Y todas y cada una de esas veces, llego a casa, enchufo el ordenador, tecleo imdb.com y compruebo lo mismo. Que he visto todas las películas de Tarantino (salvo Four rooms) y que todas me han gustado (algunas más que otras, obvio).

1992. Reservoir Dogs. En los antiguos cines Alphaville (hoy Golem). Solo. Me gustó mucho cuando la vi, mucho después y mucho todas las veces que la he vuelto a ver.
1994. Pulp Fiction. La primera vez en un cine en Castellana que creo ya no existe. Doblada y en compañía. Me gustó. Mucho. Durante y a posteriori. La volví a ver en alguna sala en versión original. Solo. Me volvió a fascinar. Luego varias veces más. Siempre enorme. Algunas frases y personajes (Marsellus Wallace, oh yeah) fueron adoptadas en mi día a día y me han hecho la vida más fácil (los negros empapados en crack son un clásico recurrente a la hora de explicar según qué cosas).
1997. Jackie Brown. No la vi en pantalla grande. Más tarde en casa. Con un amigo. No me mató. Ni durante, ni a posteriori. Preferí, sigo prefiriendo, cualquier película de blackxplotation.
2003. Kill Bill 1. En los Ideal. Solo. Me gustó más a posteriori que durante.
2004. Kill Bill 2. En los Ideal. Solo. Me gustó tanto durante como después. Más tarde, Kill Bill 1 y 2. Seguidas. Simplemente grandiosas.
2005. Sin City. En los Ideal. Con un amigo. Sí, Tarantino es sólo director invitado, pero nos vale. Me gustó más durante que después. De hecho, no he vuelto a verla entera. Sólo escenas sueltas que, de pronto, necesito y quiero rememorar.
2007. Death Proof. La vi. En los Ideal. Con un amigo. No me gustó tanto como Planet Terror (la otra del programa doble de Grindhouse), pero aún así tiene momentos que sí, sí, sí...

Así que una vez hecho por enésima vez el análisis de conciencia tarantiniana llego a la conslución de que Tarantino me mola más de lo que yo mismo me creo y me reconozco (sirva esta entrada como nota mental: 'te gusta Tarantino, recuérdaloporsiemprejamásamén').

Ahora toca buscar las razones.
Se me aparecen dos claras (¿para qué necesito más?):
1- porque el tipo sabe hacer muy bien muchas cosas
2- porque me lo paso endiabladamente bien viendo sus películas. Tarantino tiene el sentido del cine de cuando éramos pequeños, de cuando el cine era el superentretenimiento. Da lo mismo lo que quede, mientras estoy sentado en la butaca me siento como cuando de niño echaban en la tele Doce del patíbulo o una del Oeste. Transportado, divertido e iluminado.

¿Para qué necesito más?

4 comentarios:

dot dijo...

hace unos días, en el lugar donde he de permanecer varias horas al día, salvo fines de semana, hablaban de la última de Tarantino. "¿tarán qué?", preguntó uno.

La Rata Marcelina dijo...

pero qué quentin DOT! (humor rat festival)

¿trabajas en una cápsula espacial rumbo a plutón?
¿saliste de cano cañaveral allá por el 78...?

la primera escena es la leche:
dos hombres y una mesa.
no hace falta más
para disfrutar...

El conejo blanco dijo...

Pues sí, la primera y la última escena son grandes, pero las demás leche entera y no pasteurizada.
Las tarantinadas se agotan, querida rata...esos chistes más malos que el vino malo.
Al salir del cine lo vi claro:
qué buena era Top Secret!

el zurdo dijo...

Te linkeo al pack shadowliner sobre don Quintín.