jueves, 29 de abril de 2010

EN EL SENTIDO LITERAL

descubrí esto ayer
youtube está lleno de ellos
algunos son realmente buenos
aquí van cuatro hilarantes
que ya es jueves...








miércoles, 28 de abril de 2010

DA YA THINK I'M SEXY?



Qué gusto da quitarse los prejuicios. Aún recuerdo esos tiempos en los que, no es que no le dieras una segunda oportunidad a las cosas, es que no le dabas ni una. Últimamente no paro de echar la vista atrás y de descubrir cosas. No redescubrir, no rescatar, no recuperar. El 're' me sobra. Son novedades. Ya he hecho lo propio con el primer Elton John, con Tina Turner y ahora le toca el turno al Rod Stewart de los setenta. Grandioso, lisérgico, excesivo... Fascinante desde sus looks, su pelucón y sus pantakas marcando huevada que diría Jorge Ilegal, hasta su voz y sus temazos. Altamente recomendable.

lunes, 26 de abril de 2010

SOY UN MACARRA



Ilegales fue y es uno de mis grupos favoritos de los ochenta. Los pillé tarde. Pero me enganché de mala manera. Me hice con cinco de sus vinilos (Ilegales, 1982; Todos están muertos, 1985; Chicos pálidos para la máquina, 1988; (A la luz o a la sombra) todo está permitido, 1990; y Regreso al sexo químicamente puro, 1992). Nunca los vi en directo. Así que no me podía saltar esta gira de despedida. Me lo debía. El viernes. Lo pasé entre muy bien y genial. Rock and roll en estado puro. Con todos sus tópicos. Sí ¿y qué? Drogas, sexo y r&r (alguna anécdota de putas, frases tipo "Es lo único que echo de menos de los ochenta" después de tocar Dextroanefetamina, algún solo de guitarra precedido de un "Cualquier gilipollas puede hacer uno", molinillos y tal). Descargas eléctricas. Estas dosis, de cuando en cuando, son fantásticas. Qué subidón. Qué macarrismo.

Él:
Tan borde como siempre. Es un macarra. Lo sabe, lo dice y ejerce. Empezó cagándose en la empresa a la que le habían alquilado el equipo: la caja estaba rota. Pequeño speech cabreado. A mitad del concierto también defecó en el resto de bandas de su generación: "Dicen los grupos que tocaron con nosotros que éramos unos capullos, pero no hablan de cuando les dejábamos los amplis o las guitarras, no recuerdan cuando les dábamos dinero para un pico del monazo que llevaban, se olvidan de cuando les invitábamos a copas porque no tenían un pavo de lo mal que les iba. Algunos lo llaman memoria selectiva, otros desmemoriados, yo los llamo HIJOS DE PUTA". No lo puedo evitar, a mí, para un rato corto me hace un rato largo de gracia.

Los chicos ilegales:
Cómo tocan estos tíos... Cómo tocan. Bajo, guitarra y batería. Bestial. Todo lleno. Todo perfecto. Dice mi amigo (al que medio obligué/convencí a venir y que la pasó tan bien como yo, por cierto) que lo que diferencia esa generación de la indie es que estos tíos tocaban y tocan bien...

El repertorio:
Desde luego, y por mucho que me diera bastante igual, no tocaron muchas de mis canciones favoritas (Al borde, Cara al peligro, Angel exterminador, Drogas duras llenan sepulturas, Los chicos desconfían, El número de la bestia, Baila idiota, Me gusta como hueles, Todo está permitido, Despierta al planeta diario, No me gusta el trabajo o Sin remedio). Me dice mi amigo que los motivos por los que a mí me gustaban Ilegales no eran los de la mayoría de la gente que estaba esa noche ahí. Vamos que no soy el 'fan' prototípico. Que Ilegales estaban asimilados a rollo Kortatu o La Polla. Reviso mis estanterías de vinilos nacionales al llegar, por aquello de ser fiel a la memoria histórica, y veo que Ilegales se colocan junto a Los Ronaldos, Ciudad Jardín, Los Valendas, Radio Futura, La Dama se esconde, Surfin' Bichos, Golpes Bajos, Los Enemigos, Aute o La Unión. Así que sí: va a ser que mi querencia por los medios tiempos ilegales no está muy extendida y que era un poco demasiado pedir y esperar que se viera reflejada en el set list, y más de una gira de adioses.

El público:
Varias reflexiones inevitables: ¿por qué hay tanta gente de cuarentay... que nunca jamás ha vuelto a escuchar música y que sólo va a conciertos nostálgicos -leáse uno al año-? ¿por qué han detenido el tiempo y la curiosidad para siempre jamás (alucinante la pitada que recibió Jorge Martínez cuando habló de su nueva banda: Jorge Ilegal y los Magníficos en la que tocarán música de los años 20 a 60 -se cascó, por cierto, un precioso rock cincuentero-)? ¿por qué la gente no para de moverse en los conciertos de un extremo a otro de la sala como si fueran en busca del santo grial, y, lo que es peor, en manadas de a diez?, ¿por qué no se quedan quietos, más o menos, en el sitio que han elegido? ¿por qué muchos están DE ESPALDAS al escenario haciendo corro? ¿por qué no se prohibe de una santa vez fumar en este tipo de locales? (de verdad que con un sold out -y la temperatura consiguiente- y con todo el mundo moviéndose de un lado para otro, resultaba un tanto estresante evitar minis de cerveza, pisotones y avalanchas humanas, como para también estar preocupándose de esquivar cigarros que peligrosamente intentaban incendiar pelos y quemar caras -había hasta uno uno fumando en pipa ¡!-).

La despedida:
Sale Jorge. Empuña la guitarra. Compases iniciales de "Tiempos nuevos, tiempos salvajes". Canta sólo la primera frase: 'Tiempos nuevos, tiempos salvajes'. Ahí lo deja. Se va. No se me ocurre mejor final.


Nota a pie de página:

La otra tarde entro en una perfumería. Un hombre más que mayor y algo más que desjalichado observa atentamente el estante de cremas. Las mira, las compara, las calibra con una precisión digna de un verdadero connaisseur. Me quedo con la imagen de ese hombre volcado (en todos los sentidos) sobre las hidratantes. En unos minutos, la situación se vuelve del revés. El hombre ha salido y una dependienta que es como un armario empotrado detrás. Le agarra del pescuezo. Él grita e insulta. Que miren su bolsa, que él no ha cogido nada. Que qué se han creído. La indignación da paso, en unos segundos a la desesperación: y ese hombre ya está vociferando 'coged vuestra puta crema', mientras saca un bote de una bolsa de plástico. Todo esto mientras pega patadetos por doquier (tantos que casi tira uno de los controles alarma de la puerta). La chica dice que va a llamar a la policía. Él sigue aleteando brazos y pies en el aire. Sube calle arriba. Ella vuelve triunfante y coloca en el mostrador la crema birlada. Tras una larga vuelta, vuelvo a coincidir con el tipo: está pasando delante de una iglesia y se santigua con temor reverencial. con profunda religiosidad. Como dice un amigo: puritito Alomodóvar.

jueves, 22 de abril de 2010

DE LA A LA ZETA


Ya comenté una vez que, por casualidad, había descubierto una web que apadrinaba palabras. Las quince más apadrinadas son, hasta el momento: bochinche, gaznápiro, alféizar, zangolotino, zaguán, damajuana, botarate, balde, escuchar, cachivache, alcancía, hogaño, cáspita, andancio y cascarrias. La cosa me ha fascinado no poco. Por varios motivos:
1. por la mera existencia de dicha página
2. por el buen gusto de los votantes, qué bien suenan todos estos vocablos... (salvo 'escuchar' cuya inclusión ahí no comprendo por más vueltas que le de. ¿Acaso es una palabra en vías de extinción? Una acción que no se practica en demasía, sí; pero de ahí a no ser una palabra de uso más que común...)
3. porque están algunas de mis favoritas de todos los tiempos: gaznápiro, cáspita, zangolotino, cachivache o botarate
4. porque me ha permitido descubrir algún palabro que desconocía hasta ahora y que alberga significados delirantes. Me quedo con 'bochinche':
1. m. Tumulto, barullo, alboroto, asonada.
2. m. Ext. buche (‖ porción de líquido).
3. m. coloq. Pan. Chisme, a veces calumnioso, contra una persona o familia, que cobra mayor proporción y maledicencia a medida que pasa de una persona a otra.
Lo pienso usar sin parar: "¡Qué bochinche más infernal!" (en un bar), "¿Cómo puedes decir semejante bochinche?" (en otro bar), o "¡Dale un bochinche!" (en un tercer bar).


Pues bien cuando mi felicidad ya parecía ser completa y me rezumaba, doy con esto. ¿Es o no una genialidad? ¡El día E! En esta web puedes votar tu palabra favorita (arrebañar y gamusino -otra de mis top- van en cabeza, cahivache sale también -en cuarto lugar-, al igual que alféizar -en el 23- o cáspita -en el 53-, y hay algunas otras delicias como tiquismiquis, tragaldabas, abracadabra, adamantino, morrocotudo, cháchara, albricia, abecedario, cambalache, gambitero, meretriz, serendipia, abyecto, rimbombante, adminículo o recórcholis).
Pero, no se vayan todavía, aún hay más:
- una sección de vídeos y pictogramas de la gente explicando por qué han votado esa palabra y no otra
- y el ficcionario!!!!!! Aquí ya estoy a punto de desmayarme del gusto. Una relación de términos inventados (con participación abierta, of course). Hay algunos maravillosos y unos cuantos que deberían ser admitidos endeya por la RAE.
¡A VOTAR!

martes, 20 de abril de 2010

LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO



He recuperado el gozoso placer de correr. Mis querencias en esto del footing* son un tanto peculiares. Urbanitas cien por cien. Me gusta comer asfalto, poner mis pies uno tras otro sobre adoquines, sortear peatones, ver escaparates, saltar por encima de correas de perros. Si no, me aburro mortalmente. Pero, ay, algo no acababa de funcionar. Bien pronto, me entraba la flojera. Muy rápido me aburría. Me vi echando de menos mi ipod (muerto y enterrado hace años). Sin música, no era lo mismo. Tenía mono de cascos. Aj. Así que, el otro día, en mi trabajo, se me ocurrió preguntar por preguntar, sin esperanza ninguna, sin expectativa alguna, si alguien tendría un mp3 costroso, una radio chusca, un aparato emisor de música olvidado y arrinconado. Algo que me hiciera sentirme más Rocky. Lo que fuera que diera alas a mis pies. Todos pensaron y dijeron 'no', pero a mi izquierda se alzó una voz 'yo tengo un ipod nano que no utilizo jamás'. Insistí en que me parecía un exceso (no piensen mal: ni pretendía seducirme, ni comprarme: estamos ambos en la base de la pirámide laboral, tenemos ambos el mismo género y somos ambos heterosexuales), insistió en que no lo usaba para nada. Tanto que al final accedí. Subir la cuesta de Moyano o intentar volar por el parque de la Cornisa al ritmo de Michael Jackson, Madonna, Arctic Monkeys, Beastie Boys, Fela Kuti, AC/DC o Gak Sato (por decir algo, que en esto de las bandas sonoras para correr hay tantos gustos como zapatillas o días) no es lo mismo que hacerlo escuchando tus latidos y jadeos. Vaya pues este post en agradecimiento al bondadoso ser humano que va a hacer de mí un Saïd Aouita de la vida.


(*) Asterisco a pie de página:

Atención a esta maravillosa definición de la RAE:

Footing:
(Voz francesa, y esta con cambio de sentido del ingl. footing 'posición' ).
1. m. Paseo higiénico que se hace corriendo con velocidad moderada al aire libre.

Me gusta:
- que sea una voz adoptada del francés, quienes a su vez se la robaron a los ingleses dándoles el sentido que buenamente les vino en gana
- que el paseo sea higiénico: cumple la misma función que el papel igualmente adjetivado (limpiar la mierda) pero de una forma más etérea
- que la velocidad sea moderada: si te pasas de rapidez, ¿ya no es footing?; si vas pisando huevos, ¿ya es marcha?; ¿quién decide qué es velocidad moderada?; ¿en el medio está la virtud?

lunes, 19 de abril de 2010

MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS



El otro día un amigo dudaba si dejarse bigote o no. Nos pusimos a buscar referentes mostachiles. Y a mí se me vino el vello facial de Robert Redford en Dos hombres y un destino. Le mandé este enlace. Me dieron tantas ganas de volver a verla que no me resistí. Me arrellané cómodamente en el sofá. Y me dispuse. Efectivamente, tal y como mi memoria la conservaba, era maravillosa. Diría más: es mejor de lo que la recordaba. Perfecta. Volví a sonreír con la secuencia de Newman haciendo el payaso en la bici, a aplaudir cuando Robert & Paul se tiran al agua... Y a apuntar unas cuantas frases:

Card player #1: Well, looks like you just about cleaned everybody out, fella. You haven't lost a hand since you got to deal. What's the secret of your success?
Sundance Kid: [pause] Prayer.

Butch Cassidy: [to Sundance] Boy, I got vision, and the rest of the world wears bifocals.

Butch Cassidy: [to Sundance] If he'd just pay me what he's spending to make me stop robbing him, I'd stop robbing him. You probably inherited every penny you got!

Sheriff Ray Bledsoe: [to Butch and Sundance] You should have let yourself get killed a long time ago when you had the chance. See, you may be the biggest thing that ever hit this area, but you're still two-bit outlaws. I never met a soul more affable than you, Butch, or faster than the Kid, but you're still nothing but two-bit outlaws on the dodge. It's over, don't you get that? Your times is over and you're gonna die bloody, and all you can do is choose where.

Etta Place: I'm 26, and I'm single, and a school teacher, and that's the bottom of the pit. And the only excitement I've known is here with me now. I'll go with you, and I won't whine, and I'll sew your socks, and I'll stitch you when you're wounded, and I'll do anything you ask of me except one thing. I won't watch you die. I'll miss that scene if you don't mind.

George Roy Hill tampoco nos dejó a nosotros verles morir. Congelados justo antes de caer. Gracias...




Nota a pie de página:

No puedo evitar encontrarle (disculpen todos los afectados) una cierta poesía a la nube esta de ceniza que ha colapsado el espacio aéreo (además de haberme permitido descubrir mis dos palabras favoritas del mes: turbofán y tubo pitot), que ha sembrado el caos. Como si la naturaleza impusiera su salvaje e imprevisible dictado, como si reclamara su cielo y sus leyes. Una nube de ceniza procedente de ese lugar diferente a todo cuanto he visto en mi vida llamado Islandia y que se desplaza por encima de los países obligando a los humanoides a viajar como en otros tiempos, como en las novelas de Julio Verne, haciendo combinaciones imposibles de transportes, cubriendo distancias que ya nos parecían nimias en tiempos interminables. Recuperando escalas y dimensiones. Propias y ajenas. Parece una novela de ciencia ficción. Un cuento de Bradbury. Crónicas islandesas.

viernes, 16 de abril de 2010

COURAGE!



el tráiler de primavera que nos pasaron fue un engaño
completo y absoluto
otra vez lluvias y fríos

lo único bueno es que, parece, vamos a tener la luz más bonita del mundo este verano
por aquello de lo limpio que está todo
eso me dijo, al menos, un amigo
yo digo vale, si es que, al fin, llega el verano

y lo también bueno ha sido sacar the courage of others
el nuevo disco de midlake
y comprobar como hay bandas sonoras perfectas
para días imperfectos
para estados de ánimo averiados

miércoles, 14 de abril de 2010

LÉEME



La historia es como sigue:

Hace unas semanas, quedé a comer con un amigo. Llevaba una bolsa de papel marrón (de esas que usan los chuzos en las pelis yanquis para beber de tapadillo en las calles y parques). Me la dio sin mucho preámbulo. "Es para ti, te he visto algo bajo últimamente". Dentro, la edición de Martin Gardner (anotada y con las ilustraciones originales) de Alicia en el País de las Maravillas. No era mi cumpleaños, las Navidades -gracias a quien sea- quedaron atrás, y, ni siquiera era san Nicanor (mi fiesta se celebra el 10 de enero, aunque san Nicanor mártir -ay- es el 4 de junio). Agradecí el detalle como sólo se agradece lo que llega inesperado: con sonrisa abollaparedes, un saltito y un exclamativo y mayúsculo GRACIAS. La otra edición que tengo de Alicia (en francés, de tapas verdes y doradas, y también bonita) me cayó por un motivo bien concreto y que, en aquel momento, debió de pesar lo suficiente: notazas.

Así que me he tirado la semana santa, abrazado al voluminoso libraco, llevándolo en procesión como si de una dulce condena se tratara, del sofá a la cama, de la cama al baño y del baño al sofá de vuelta (a la cocina, no: no es uno de esos libros que uno guste de sobar con los dedos grasosos y/o azucarados).

Empieza con una clara declaración de principios: en la introducción ya se dice que las (numerosas) notas que acompañan la edición no pretenden ser una lectura freudiana, ni política, ni religiosa, ni tan siquiera sesuda del cuento. Y retoma unas palabras del gran Chesterton: "¡Pobre, pobre Alicia! No sólo la han cogido y la han hecho recibir lecciones: la han obligado a imponer lecciones a los demás. Alicia es ahora no sólo una colegiala, sino también una profesora. Las vacaciones han terminado y Dogson es otra vez profesor. Habrá montones y montones de ejercicios de exámenes con preguntas como esta: 1) ¿Qué sabe sobre las siguientes expresiones: 'debirable', 'barrenar', 'ojos de abadejo', 'pozos de melaza', 'hermosa sopa'? 2) Consigna todas las jugadas de ajedrez que hay en A través del espejo y traza el diagrama. 3) Resume el método práctico del Caballero Blanco para abordar el problema social de los bigotes verdes. 4) Indica la diferencia entre Patachunta y Patachún".

A partir de ahí ya todo fue una gozada. Las notas -en su mayoría, trozos del diario de Lewis Carroll, pero también teorías matemáticas y científicas de la época, aclaraciones históricas, reproducción de poemas y canciones populares de aquel entonces que Carroll parodia-, fascinantes. Las ilustraciones, maravillosas. Y el cuento, para caerse, perderse y no regresar.

Me reservo A través del espejo para cuando me haga falta, otra vez, no encontrarme.

lunes, 12 de abril de 2010

CINE, CINE, CINE...



quería un libro que no me hiciera pensar demasiado
que me pudiera ventilar en una tarde o en dos
que me entretuviera y me dejara feliz
que no me exigiera nada
que me diera algo

tuve suerte
di con cineclub de david gilmour
un libro sin pretensiones y bonito
más para los que nos gusta el cine
e, imagino, más para los que tienen hijos

cineclub o de cómo un padre intenta educar a su hijo a través del cine
sencillo y honesto

viernes, 9 de abril de 2010

UN, DOS, TRES


El otro día me perdí en Madrid. En pleno centro. Y sin nada (sólo llevaba las llaves colgando de una de las garritas). Aparecí en un sitio extrañísimo. Sin nadie y con poca luz. En un alto. Caminé. Sólo había perros, borrachos y okupas. Nada más. Avancé con decisión como quien sabe donde va, como quien se conoce cada adoquín que pisa. Llegué a un callejón sin salida. Me di la vuelta. Intentando encontrar dignidad y simulando cero sorpresa. Como si supiera que eso estaba ahí, como si yo hubiera ido ex profeso a ver el cul de sac. Miré el suelo con obcecación mientras desandaba mis pasos. Me sentí bastante extraño.

El otro día un amigo me mando un mail que empezaba:
Hay canciones que las oigo y pienso: "Esto hay que comentarlo con TN". La de hoy es MacArthur Park, de Richard Harris. Yo la adoro desde que la oí de chiquitín. Ahora me entero de que la letra es una absurdez de la que los angloparlantes se ríen a mandíbula batiente, lo que la hace más adorable. Busqué la canción en Youtube, claro. La escuché. Y luego algo más de Richard Harris como cantante. En Google. Era lunes y eran las 8:37 de la mañana. Cuando me enteré que Harris estaba muerto. Y que llevaba en ese lamentable estado casi ocho años. Fue bastante raro.

El otro día me crucé con el abuelito de Up!. Llevaba a su mujer de la mano. Quise preguntarles si habían tenido hijos.

miércoles, 7 de abril de 2010

SUPERGOOD




Con Superbad me desgañité.
Prediqué en un desierto de escépticos lo buena que era.
No hubo manera.
Todos me miraban con recelo o me desautorizaban sin más.
En la mayoría de los casos, debo decir que, sin tan siquiera haberla visto.
El título en castellano (Supersalidos) tampoco ayudó.
Catalogada como una tontocomedia adolescente para ídem.
Pero no.
Superbad era bastante más que eso.
Sal gorda, sí.
De la buena.
Pero más, mucho más.
Con Adventureland he decidido no hacer proselitismo.
Ni apología.
Mottola es un grande.
Y punto.
Mottola es un grande.
Y el que no lo quiera ver, peor para él.
Un tipo que habla de las emociones con una rara perfección.
Con desparpajo, irreverencia y cachondeo.
Pero también con una fina y sensible mirada.
Una extraña pureza.
Un tipo que pilla el espíritu teen sin dramatizar.
Un tipo que habla de las primeras veces sin idealizarlas más de la cuenta.
Sin caer en tópicos, sin dejarse llevar por la cursilería.
O al menos, así me lo parece.

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Y qué guapa. pero qué guapísima sale la crepúscula Kristen Stewart.
Y qué bandaza sonora, qué temazos y qué bien metidos.


Nota a pie de página:

A los dos días vi Verano del 42, de Robert Mulligan. Lo mismo (esas primeras veces, la adolescencia y tal), pero tan diferente

lunes, 5 de abril de 2010

COBURN, JAMES COBURN



Tres razones por las que adoro a James Coburn:

1. Porque ha hecho algunas de mis películas favoritas de todos los tiempos: Comando, Charada (me sé de memoria el diálogo de inicio en el que Audrey y Cary se conocen: es sencillamente grandioso) , Mayor Dundee, Los seres queridos (una película de Tony Richardson que vi hace muchísimo, en la tele, de bien canijo y que no he conseguido ni volver a ver, ni quitarme de la cabeza; la novela, de Evelyn Waugh, por cierto), Pat Garrett and Billy the Kid, La cruz de hierro, La gran evasión, (¿qué decir?) Viento en las velas (la volví a disfrutar el otro día, creo que entretuvo alguna tarde olvidada de mi infancia, y, esa es la razón por la que, accesoriamente, le dedico esta entrada al señor Coburn -básicamente, es porque me da la gana-), Los siete magníficos ...



2. Porque ha compartido cartel con algunos de los hombres más sexys, magnéticos, elegantes, carismáticos o contundentes del planeta (léase Yul Brinner, Robert Vaughn, Steve McQueen, Charles Bronson, James Garner, Walter Mathau, Melvyn Douglas, Charlton Heston, Richard Harris, Kris Kristoferson, Bob Dylan, Maximilian Schell, James Mason, Nick Nolte o Anthony Quinn), sin por ello acoquinarse, ni dejar de estar algo más que presente.



3. Porque su cara es como un imán. Piñata, nariz y ojos. Y todo con intención. Expresión firme (como la que tuviera Lee Marvin, con quien por cierto le encontraron siempre un parecido tan abrumador que llegaron a decir que eran hermanos), mirada inteligente, gesto resolutivo.







Nota a pie de página:

Ya he confesado alguna vez que soy coleccionista de spams. Me ha llegado uno con una remitente de una genialidad apabullante. Su nombre: Eufrosina URRACA. El mail (cuyo contenido es una oferta laboral irrechazable por grandemente provechosa) arranca con esta soberbia cita (que no sabría si calificar de filosófica o, directamente, de dadaísta):
"No busquen la calidad en los productos, en primer lugar la busquen en el hombre.
Si quiera mejorar la calidad, cambie el trato del hombre a su trabajo en todas las fases del desarrollo del business".