sábado, 11 de septiembre de 2010
SOLO ANTE EL PELIGRO
El otro día releyendo (cosa rara) un mail (cosa frecuente, entre mis aficiones está la de escribir mails sin contención), me percaté de que me había comido los signos de interrogación de comienzo. Raro. No soy perezoso en esto de darla a la tecla; y si muchas veces me salto lo de las mayúsculas, es más por un dudosísimo gusto estético que por dejadez. Así pues, puse la interrogación invertida y ahí quedó todo. Pero luego pensé en por qué somos los únicos en usar estos signos de puntuación; en por qué seguimos haciéndolo cuando, en esto de los mensajes escritos, se tiende cada vez más a escrituras esqueléticas; y, sobre todo, en cómo es que no se ha alzado algún grupo de intelectuales modernos reivindicando la supresión de una norma tan impopular y solitaria.
Alguien me dice que en nuestro idioma son necesarios porque cuando estás leyendo, la pregunta o la exclamación entra de sopetón, y en caso de que no hubiera ningún signo que te lo indicara, no entenderías la entonación ni la intención a priori, y por tanto, tendrías que volver atrás. Falso. En todos los idiomas ocurre lo mismo. Usan la coma para indicar pausa y cambio de tono, pero no es tan efectivo, ni tan claro como nuestro ¿ o ¡.
Mirando en mi amado google encontré la respuesta a la causa de tan peculiar puntuación:
En la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al final de la frase interrogativa: How old are you? Este fue el uso habitual también en español, hasta mucho después de que la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las preguntas con el signo de apertura de interrogación invertido, (¿) y terminarlas con el signo de interrogación ya existente (?) –¿Qué edad tienes?–, al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de admiración (¡) y (!). Este criterio, en realidad, no se generalizaría hasta casi un siglo más tarde, ya que desde esa fecha de mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIX la Real Academia Española no tuvo, ni mucho menos, el carácter corporativo e institucional que le iba a conferir la monarquía isabelina posteriormente. Las imprentas siguieron editando según la costumbre: ubicaban solamente un signo al final de las frases interrogativas o exclamativas. Si los signos iniciales se extendieron en las tipografías, no se debió a que el español tenga el problema de que no se sabe en qué momento se inicia la frase interrogativa o admirativa (la sintaxis de otras lenguas también desconoce ese momento), sino al carácter forzoso que dio la monarquía a los criterios de la Real. La norma de los signos de interrogación y exclamación iniciales fue impuesta, simplemente, de la mano de la Gramática oficial de la institución monárquica. Su carácter compulsorio estaba limitado al muy reducido ámbito idiomático de España. Una solución intermedia muy corriente consistió en utilizar los signos de apertura sólo cuando el enunciado era largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como Quién vive?
Vamos que el invento y el mandato vienen, como no, de la monarquía.
La cosa es que mientras unos se olvidan (olvidamos) cada vez más de poner los dichosos signos de apertura en nuestros mails, sms y demás comunicaciones modernas, hay no pocos foros en google que preguntan sobre cómo conseguir ponerlos correctamente en un teclado no español. Las respuestas son como para volverse loco: atajos de teclado, presionar no sé cuántas teclas a la vez y qué sé yo. Qué suerte la nuestra. Un sólo golpe digital y ¿, ¡, ñ.
La RAE no deja lugar a dudas sobre la obligatoriedad de esta norma. Pero sí contempla un par de excepciones:
* Los signos de cierre escritos entre paréntesis se utilizan para expresar duda (los de interrogación) o sorpresa (los de exclamación), no exentas, en la mayoría de los casos, de ironía: Tendría gracia (?) que hubiera perdido las llaves; Ha terminado los estudios con treinta años y está tan orgulloso (!).
* Es frecuente el uso de los signos de interrogación en la indicación de fechas dudosas, especialmente en obras de carácter enciclopédico. Se recomienda colocar ambos signos, el de apertura y el de cierre: Hernández, Gregorio (¿1576?-1636), aunque también es posible escribir únicamente el de cierre: Hernández, Gregorio (1576?-1636).
Y, habla de una combinación de la que yo siempre he sido fan: el uso simultáneo de interrogación y exclamación.
Cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa: ¡Cómo te has atrevido? / ¿Cómo te has atrevido!; o, preferiblemente, abriendo y cerrando con los dos signos a la vez: ¿¡Qué estás diciendo!? / ¡¿Qué estás diciendo?!
A este respecto, resulta que existe un signo de puntuación ortográfico ad hoc, que parece no estar reconocido, ni muy extendido, pero que aún así me parece fascinante. EL INTERROBANG (que en su versión invertida para uso en nuestro idioma se llama gnaborretni). ‽ Ya sólo el nombre es lo máximo. No crean que el invento es de antesdeayer: se remonta a los sesenta y se lo sacó de la manga un yanqui que trabajaba en una agencia de publicidad. Lean, lean: http://es.wikipedia.org/wiki/Interrobang
Nota a pie de página:
Los signos de puntuación aquí propuestos, incluido el de la ironía (sí, sí, sí) me chifan:
http://www.cibermitanios.com.ar/2009/08/el-signo-de-ironia-y-el-interrobang.html
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7 comentarios:
؟ ¿Sale algo? En cuanto a signos, necesito consenso respecto a lo feo que es sacar las comillas del papel y usarlas en la vida real: eso que hace la gente colgando dos dedos de cada mano en plan garra más o menos a la altura de las orejas. Con lo fácil que es hacer una pausa, un leve cabeceo...
estimada katarsis:
no puedo sino mostrar el mayor de mis consensos
lo de dibujar comillas en el aire con gesto cómplice, ojos de listillo y boquita entreabierta es horroroso de feo
un beso entre paréntesis
Por qué no puedo hablar con nadie de estas cosas en la vida?!(con vida me refiero a toda aquella fuera del monitor)Por qué no recuerdo ya cuánto hace que no escribo ningún tipo de grafía antes de interrogaciones o exclamaciones?.....
Sabes?Cada día compruebo si has escrito un post. No puedo evitarlo. Es casi un movimiento mecánico; como mirar cien veces el reloj sin verlo. Pero sí que miro. Y veo. Y leo.
Y a ratos me inspira una tranquilidad extraña que no encuentro en otras cosas, y a otros ratos (aunque gramaticalmente esto sea-casi seguro-incorrecto) me da mucha rabia y envidia de la mala que todas esas palabras juntas tan armoniosamente casadas, no sean mías.
Y en mi agenda apunto las pelis o los libros de los que hablas; la música que recomiendas (la que no tengo ya) y después intento ver si me gusta o me disgusta tanto como a ti.
Ahora tengo miedo de perder el criterio, tan absorta que me quedo leyéndote.
Gracias.
querida y desconocida nicoletta:
gracias, dankie, धन्यवाद, falënderim, gràcies, díky, hvala, cảm ơn, tak, esker, grazas, ,شكرا, merci, ευχαριστίες, bedankt, thanks, grazie, 感謝, terima kasih, спасибо, teşekkürler, דאַנק, obrigado
o, como diría rosendo:
http://www.youtube.com/watch?v=W_bBinHBbZ0
Jo! lo de los signos iniciales de admiración/ interrogación a mí también me parece algo ortopédico. Vete a saber si a lo largo de una vida uno ha perdido un día entero poniendo esos horribles signos moonárquicos!
Yo tengo una especie de manía con esto de la ortografía, me gustan las puntuaciones, las comillas, las exclamaciones, las interrogaciones, es con lo único con lo que podemos darnos a entender en este medio en el que no se nos escucha.
conste que a mí los signos de puntuación iniciales me parecen de esas ortopedias bonitas
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