domingo, 8 de mayo de 2011

I'M BACK


He estado sin internet un buen rato. Bien para algunas cosas, fatídico para otras. La falta de conexión y una retahíla de desgracias me han hecho mantenerme apartado del blog. Sin gana(s), sin red(es), sin gancho(s). Con agujeros, vacíos y dudas. Desgracias desgraciadas. Algunas cotidianas y estúpidas como ciertas roturas encadenadas. Mi aspiradora falleció (no era una Dyson sino habría llorado amargamente su último suspiro, pero sí un simpático cacharro rojo al que yo le veía un cierto parecido a C3PO). Mi calentador empezó a gotear y en una sola jornada laboral tiñó la pared azul de mi baño de un naranja herrumbroso. Mi nevera hizo lo propio una madrugada y amaneció cadáver, ahogada en su propio vómito acuoso. Estas son las que se pueden contar. Las que provocan la risa, la sonrisa o el choteo del oyente. Las que suscitan una solidaria empatía, una inmediata simpatía. Luego están las otras desgracias, las irreparables, las irremplazables, las de verdad. Las que no se cuentan. No aquí. En medio de esta fabulosa tristeza, que diría Cheever, que me ha mantenido mudo, callado y quieto, algunas cosas han sanado, reparado, redimido, o, al menos, han dado un respiro a este maltrecho tapir. Algunas, muchas, no se pueden contar. No aquí. Pero sí os puedo hablar del relumbrón del concierto de Betty Lavette en la sala Caracol, de las risas de leer Ellos mismos de Joaquín Reyes, del gustazo de intoxicarse e insomnizarse tragándose la serie Bored to death (dios salve al trío protagonista), de la velocidad supersónica de un AVE volando hacia el Sur, de la lisergia animada de Rango, de algunos tomates con sal gorda, de la diversión del directo de Linda Mirada en El Juglar, de la ribera del Manzanares a lomos de mi bici, de sudar al ritmo de LCD Soundsystem sin solución de continuidad, de las hamburguesas del HD, de la hegemonía del botellín en el Sur, de algunos partidos de fútbol, de la brillantez lucida y lúcida del Diccionario de literatura para esnobs y de todos los descubrimientos resultantes de su lectura, de la segunda edición de Gracias por la música y de ver algunas de mis caseras covers allí, de la celebración de la gratuidad. Y lo que queda. Y menos mal.

9 comentarios:

Gog dijo...

Bienvenido de nuevo, Tapir. Te esperábamos.

el zurdo dijo...

Mucho mejor ese guiño a don Arnoldo que lo de Starlett J (hay piropos que los carga el diablo). Vamos, ande va a parar...

el zurdo dijo...

Y kippel por kippel, aquí te dejo mi propia versión de apocalipsis doméstico (buena parte de los contratiempos que mento siguen vigentes -lo más, a medio contener-, pero uno, en plan personaje de Ballard, se habitúa a convivir con la catástrofe en plan DAY AFTER hasta que el bolsillo se reconstituya y pueda venirse arriba).

El tapir Nicanor dijo...

gracias, gog!

zurdo, eres el mcagyver de las chapuzas domésticas...

murcielago ramon dijo...

A veces, nos tiene que pasar de todo. Muchos besos

Mylodon Darwinii Listai / Milodón dijo...

Qué bueno que vinihte!

el brigadier dijo...

Como le dijo Aníbal a Clarisa, el mundo es un lugar más interesante contigo dentro, Tapir.
Welcome back

vilque dijo...

Bien por este reencuentro, Nicanor. El libro de Joaquín Reyes son unas risas, confirmado

Charleston dijo...

bienvenido Tapir!

bendigo las horas bajas pues en lo personal permiten sacar mi extra

bienvenido