miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡A LAS BARRICADAS!



Hay cosas que sólo ocurren una vez en la vida. O ninguna. Cosas como que empapelen la ciudad entera con la fecha de tu cumpleaños. A mí me pasó. Una vez. Hace tiempo. Pósteres completamente negros cubrieron marquesinas de autobús, cabinas de teléfono y paredes. Y sólo una fecha: 29 de septiembre. Días antes de la llegada de tan insigne fecha se desveló el misterio: el asunto coincidía con el estreno de un Batman (ahora no recuerdo cuál). Fue altamente emocionante.

La circunstancia se ha vuelto a repetir. Este año. Dos veces en una vida. Guau. Me he acordado de algo que suele repetirme un ingenio que tengo por amiga: "es un buen momento para morir, estoy en la cresta de mi popularidad". Otra vez Madrid forrado con una fecha. La mía. 29-S. Huelga general. ¿Existe forma más francesa de celebrar su día que manifestándose y huelgueando? Ni desayunando foie con champán como hace un amigo mío (o eso dice).

9 comentarios:

Nicoletta dijo...

Felicidades Tapir.

estapé dijo...

Oye, pero muchísimas felicidades!

El conejo blanco dijo...

Feliz en nuestro día, tapir!

Espero que ya tengas la tarta comprada de antemano.

wildbaobab dijo...

Felicidades Tapir!
En verdad es una fortuna, y lo sé muy bien, a mi me pasa todos los años y es algo increíble!! ;-)

Ya encontraré el regalo para darte, como agradecimiento por mi transformación. Gracias de corazón por este año 1.

Besos

Gog dijo...

¿Sopláis velas los tapires?

Si es así, te deseo que se cumplan tus deseos. Y si no sopláis, te deseo que se cumplan tus deseos, sea cual sea la forma que tengas de pedirlos.

Dicho todo esto de todo corazón.

El tapir Nicanor dijo...

gracias a todos
de corazón

ernesto:
espero tu regalo, tanto como que me cuentes tu transformación y tu año uno

gog:
no soplamos velas, las apagamos con las zarpitas!

Charleston dijo...

que pases un feliz día!!

con esto de las coincidencias, me voy a mirar el ombligo un poco, y decir que al menda le sienta muy bien el suyo: 23 de abril, fecha maravillosa

Anónimo dijo...

Coño, te estaba escribiendo y acabo de ver el post así que felicidades!

Señor Lobo dijo...

Pide que te horneen una tarta. un par de pisos bastan. da igual nata o crema. coloca las velas, una a una. todas equidistantes. todas pequeñas, flaquitas y firmes como soldaditos norcoreanos. prende el mechero. enciéndelas una a una, con liturgia de iglesia. después aléjate de la mesa de la tarta contando los pasos. dale la espalda. uno, dos, tres... hasta diez. gírate despacio. lanza un gargajo de tabaco marrón a una escupidera junto a una viga de madera. desenfunda tu revólver y apágalas, una por una. contempla satisfecho, tapir, como asciende el humo de tu revólver, buscando el techo. entonces, sopla. así se hacía, sí. felicidades