Hay dos tipos de regalos que me fascinan:
1. los que responden a alguna fijación tuya expresada en algún momento del año transcurrido
2. los que simplemente te descubren algo que no conocías, pero que pasa a ser una fijación
Resultados garantizados en ambos casos; en el primero, por esa cosa tan poco popular y sin embargo tan perfecta llamada memoria; y en el segundo, por esa cosa tan popular y sin embargo tan imperfecta llamada intuición
Este año, por mi cumpleaños, me han hecho dos regalos que encajan cual guante de látex en ambas categorías:
- en la primera:
Sí, amiguitos, alguien recordó mi enamoramiento súbito hacia este ser y decidió que debía tener una réplica cerca de mí. Está al lado de mi ordenador subido a una caja de cedés. Cuando me pierdo, nos miramos
- en la segunda:
De nada conocía yo los comics de Camille Jourdy. Y ahora, bueno, estoy fascinado. A la búsqueda de los dos volúmenes que van después de este y que completan la trilogía Rosalie Blum. Y habiendo pescado en el Instituto Francés Une araignée, des tagliatelles et au lit, tu parles d'une vie! Una preciosidad. Un prodigio de imaginación. Un viaje. ¡Y qué dibujos!
5 comentarios:
Como diría mi amiga M., pasmé: ¿Quién es el muñeco verde?
abandonaditos nos tienes, tapir...
¿Está el tapir en huelga de zarpas caídas? ¿Acaso prefiere convertir este reducto cultural gratuito en un supermercado pop prepago? ¿Se ha terminado la inspiración propia y no encuentra blogs buenos en idiomas extranjeros de los que inspirarse? como decía aquel filósofo, vividor, jovenzuelo, raro, raro, raro...
La verdad es que esto que dices de la memoria con la alucinante intuición no me encaja. Ésta no me parece demasiado popular. O al menos no tanto como debiera. Y cuando aparece y funciona me llega como algo perfecto. Falla, es imperfecta, cierto, pero de esas me olvido.
La memoria, de acuerdo, es cercana a lo perfecto. Perfecta y por eso mismo alguna vez algo traidora. Popular o no?.Quién sabe, uno a uno o entre todos, según. Cosa de cada uno
vuelve pronto, Tapir
En tres palabras, vu-el-va, señor Tapir.
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