martes, 9 de diciembre de 2014

DIAS DE FIEBRE Y FILMIN




Puente de esos de estar malo en la cama y viendo películas como si no hubiera mañana y viéndolas de aquella manera que sólo el catarro/fiebre (estados alterados) es capaz de proporcionar: extrema lucidez/mensajes ocultos/revelaciones fílmicas/conclusiones insensatas.

1. Yo maté a mi madre, Xavier Dolan, 2009. Odiar a tu madre en algún momento es normal. Si, de joven, detestas a tu madre, serás artista. Si eres gay, eres artista. Si eres gay y odias a tu madre, eres artista al cuadrado. Cuida de tu tupé.

2. Los amores imaginarios, Xavier Dolan, 2010. Cuidado con los efebos. Ojito con los indeterminados. Hay quien nace para ser blanco/diana y otros para disparar, y eso no va a cambiar. Dalida, Dalida, Dalida. Cuida de tu tupé.

3. La isla desconocida, Jack Bernhard, 1949. Ser workoholic es incompatible con tener pareja. Si estás obsesionado con la fama y el reconocimiento, te levantará la piba el primer aventurero pintón (y ex alcohólico) que pase. La dedicación es la clave del triunfo en lo sentimental. Y los dinosaurios, bueno, sí, claro, los dinosaurios...

4. Los guardianes de la galaxia, James Gunn, 2014. Los ochenta siguen siendo imbatibles. Bailar bien nunca está de más, aprende cuanto antes. Solo no puedes, con amigos sí. Un mapache NO es un zorro, ni un gato, ni una rata, por no ser no es ni un mapache. Las plantas también sufren. Si repites lo mismo muchas veces acaba teniendo sentido. Gamberrea que algo queda.

5. Lucy, Luc Besson, 2014. No te fíes de alguien con el que llevas saliendo sólo una semana: puede meterte en líos. Lleva siempre encima una llave maestra: te ahorrará problemas (aunque te quedarás sin película). Ser demasiado listo es una mierda. Drogas. A tope.

6. The Lego Movie, Chris Miller y Phil Lord, 2014. La rebelión de las masas. Ser normal es el nuevo ser molón. Leer las instrucciones está bien, no hacerlo también. Will Ferrell es Dios. Dios es Vitruvio. Vitruvio es un fantasma que se inventa profecías. No creas en las profecías, a menos que te convenga hacerlo.

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