viernes, 16 de enero de 2009
¿Y COMO ES EL?
Año 1988. Bird. ¿Cómo puede SER alguien Charlie Parker?
Año 1992. Juego de lágrimas. ¿Cómo puede alguien tan contundente resultar tan vulnerable?
Año 1999. Ghost Dog. ¿Cómo puede alguien con semejante volumen corporal parecer tan ágil?
La respuesta la detenta Forest Whitaker, que así a priori, lo tenía casi todo en contra para ser camaleónico, esa virtud tan apreciada en un actor. Alto, más que corpulento, negro y con blefaroptosis (una dolencia hereditaria que le hace tener el ojo izquierdo a la virulé). Pero da igual, Whitaker dignifica cualquier película en la que aparezca (aunque tiene un gusto exquisito: repasar su filmografía es quedarse con la boca abierta y sorprenderse viendo que sí salía en pelis en las que ni le recuerdas, tanto era otro y no él), hace creíble cualquier personaje que interprete por poco o nada que se adapte a su definidísimo fisico y consigue el milagro de trascender. Llena la pantalla sin asfixiarla. Transmite sin necesidad de recurrir a un elaborado y manido catálogo de tics. Causa terror, ternura, risa, tristeza o perplejidad según convenga.
Dice la RAE del camaleón: 1. m. Reptil saurio de cuerpo comprimido, cola prensil y ojos de movimiento independiente. Se alimenta de insectos que caza con su lengua, larga y pegajosa, y posee la facultad de cambiar de color según las condiciones ambientales.
Pues eso.
Etiquetas:
bird,
cine,
forest whitaker,
ghost dog,
juego de lágrimas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
por su temple
por su gesto
por su ojo pocho...
...forest siempre será ghost dog!!!
Yo me quedo con el Jody (y su jerseycito blanco de jugador de cricket) de The Crying Game, obra maestra del fantástico Neil Jordan, con exquisita canción homónima, a la que no sé como aun no le han echado el guante Rufus, o el pesado de Antony (muy parecido, con su nuevo look, a Bea la Becaria).
También estaba muy bien en Smoke (como el tapir ya no es austeriano, pues por eso no lo habrá puesto...)
jajaja
antony versus bea
muy bueno
brigadier, no me seas
smoke fue vista
y ampliamente disfrutada
más la presencia del camaleón
olvidada quedó
por su capacidad infinita de mimetizarse
derivando a antony
recién vi
el directo del Berlín
(lou reed y su amigo ssschnabel)
100% de acuerdo:
por cansino y por histrión
el falete americano
es un mal trovador
ya está bien de lamentos
lloriqueos y vocales
de rollos trascendentales
y de épica a raudales
(lo de Bea me ha hecho de riyil,
he de reconocer...)
Publicar un comentario