viernes, 12 de junio de 2009
IL N'Y A QUE LES IMBÉCILES QUI NE CHANGENT PAS D'AVIS (Rectificar es de sabios)
No se podía decir. Antes. No podías decir: "Pues a mí Sonic Youth me aburren como ostras". No. Los sufrías en silencio. Pero a mí, uy, me parecían un auténtico coñazo. Había canciones, claro que sí (y camisetas, me sopla una vocecita maliciosa). Y recuerdo que el Dirty me hizo algo de gracia. Y el Washing Machine, otra poca. Pero no acababa yo de flipar. No terminaba yo de reverenciarles. De participar de ese onanismo colectivo. Tenías que fingir el orgasmo. Y no decir ni mu. Chitón. No vaya a ser que te miraran mal, muy mal, remal. Como cuando dices: "Chaplin me parece un cursi y un pesado". Rasgadura de vestiduras. El muro de la incomprensión se levanta en torno tuyo y la sombra de la sospecha se cierne sobre ti. Desconfianza total. Caretos de atiloquetepasaesquenoteenteras(denada). Hay cosas que es mejor callar. Llevárselas a la tumba. Juas. Así que The eternal, el último de Sonic Youth, pues como que de primeras me daba un poco igual. Que ni fu, ni fa. Pero me insistieron. Escúchalo. Escúchalo. Hice una primera aproximación. Rápida incursión. Inmersión relámpago. De esas de coger un poquito de aire, cerrar los ojos, meter apenas la cabeza y salirse enseguida. Me desinflé. Muy rápido. Pensé: "Ay no, otra vez lo mismo". Esta mañana lo vuelvo a intentar. A un volumen intermedio. Y sí, sí, oh sí. Que subyugación. Que subidón. Que colocón. Dice un crítico que es "rock experimental para todos los públicos". Será por eso. Que soy carne de cañones asequibles. No sé. Pero de pronto alucino. Y alucino mucho más con que alucine. Un auténtico viaje. Ni idea de alrededor de qué o en qué dirección. Qué más da.
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7 comentarios:
buff, qué perezón
me entra por el pezón
y me sale por la rabadilla
sólo de pensar que tengo que escuchar
otro disco de los 'yuz'
esa señora que canta
así como enfadada
¡pero si yo no la he hecho nada!
¡no me grite por favor!
harán otra gira por europa
-la enésima esta vez-
con el caché subidito:
es la única manera de ganar
para el rock intelectual
bendecido por la crítica
que lo llama 'experimental..
...para todos los públicos'
JAJJAJAJAJJAJAJ!
(qué chistorro más bueno
me encantan las etiquetas
los bolos y las raquetas)
¿para cuándo una entrada
sobre el humorismo etiquetil?
la leería con gusto
después de tomar nolotil
-eso sí-
lo de las etiquetas es una cosa que me ronda las mentes desde hace tiempo
estoy recopilando
a mí me fascina, sobre todo, la inventiva del rondelús
en cuanto a sonic youth, insisto:
a mí siempre me han resultado pesantísimos, pero esta vez, pues no sé, como que me han parecido más luminosos
pos a mí tampoco me tocan. sólo me ha dicho la camiseta esa de los malos con las gafas de sol a lo lurid-velvet y, reconozco, mantengo algo de prejuicio con los que la llevan.
y cuándo haces una nota de..., de..., de we are standard?
bueno, si tal, mejor Diego Vasallo
A la espera de un fan, me uno a las opiniones. Llegué a comprar en 1990 "Goo", y escuchaba "Dirty Boots" a to trapo y las demás un poco por los demás. Un grupo-pereza, la verdad.
-
Rata: muy buena la poesía.
A mi me pasa lo que a ti con los neoyorquinos...me parecen un auténtico coñazo.
Es más, creo que deberías ir pregonandolo por ahí sin prejucio alguno ;)
Abrazos.
Vaya. Curiosamente, es uno de esos grupos cuyo nombre olvido con facilidad pasmosa. Me limitaba a decir ¿Sonic qué? cuando me decían cómomolanlossonicyuz y a cambiar de tema mientras el dj no hiciese lo propio. Pero el resto de tu blog hace que tienda a fiarme de tus palabras, haré la prueba, aunque sólo sea la puntita
como mi infancia perdida
en mis rodillas al fin indemnes,
sé también mi juventud dinamitada
por tanto nombre propio en los discos que ahora adquiero
y hubo un tiempo de sonic youth sin duda, grupo que fue de grupos,
tan mayores ya de aquella,
kim gordon gloriosa madurauska,eh preacher?
nos engañaron con el goo y el dirty,
luego renegaron de ellos
acudimos a su espeluznógena obra previa,
nos derrumbamos en conciertos irritantes,
les dejamos por imposibles,
sabíamos más de ellos por las amistades que frecuentaban/apadrinaban, que por su música.
Ahora no sigo mucho lo que hacen, me quedo con ese par mencionado y con un escualido ramillete de temas de los, digamos, ligeros, el clásico death valley 69, alguna nanas infernales de las que que susurraba la Gordon en los posteriores al dirty...
(me encantó, Nic, lo de la carne cañones asequibles, también yo, soy un facilorro)
PS Tengo que mencionar que he escrito al fin este texto (sonará patético pero sí, me ha costado) con la inestimabilisima colaboración de los Bluebells, the bluebells. Después de 20 años la emoción igual, renovada y hasta enriquecida con canciones inéditas para mí (thanks spotify)
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