martes, 2 de junio de 2009
LOS MARTES, MILAGRO
Era el paso del vinilo al cedé. Y en el por aquel entonces Pryca, se volvieron locos. Liquidaron. Liquidaron. Y liquidaron. Cada mes me compraba un vinilo. Cien pesetas. Unos simplemente por la portada. Algunos porque alguien me había hablado de pasada de ellos. Otros porque me sonaban levemente. El Rank de The Smiths, Golpes Bajos, el primero de Violent Femmes, Chris Isaak, The Jesus & Mary Chain, Los Ronaldos, Radio Futura, The Chillls, Iggy Pop, La dama se esconde, Ciudad Jardín, Bob Marley, Aztec Camera, Suicide, The Sugarcubes, The B'52's, Leonard Cohen, The Breeders, Ilegales, Happy Mondays, Pixies, Lou Reed, Nick Cave, Tracy Chapman, R.E.M., The Velvet Underground, Depeche Mode, Isabelle Antena... Y uno de The House of Love que me faltaba. Creo que los tenía, los tengo, todos. Todos. Hasta que se separaron. Con sus mariposas. Y esa tipografía. No me podían gustar más. Aún hoy los escucho y me siguen pareciendo tremendos. Y ayer, milagro oficiado por el hasta el momento invento del siglo -Spotify-, conseguí por fin escuchar el disco de Guy Chadwick (guitarrista y vocalista de The House of Love, ese tipo con cara de limón, a la Tarantino, pero más agriado) que llevaba buscando sin éxito un lustro y medio. Lazy, Soft & Slow.De 1998. Una preciosidad.
Nota a pie de página:
Bicheando en Spotify, caigo en Barbara y soy objeto de una parálisis permanente (ojos como platos, boca abierta incluidos) con su versión de Ne me quitte pas.
Etiquetas:
barbara,
guy chadwick,
música,
the house of love,
vinilo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
The House of Love. Mucho me gustaban. Fui a verlos al Oh! Madrid, la discoteca de la piscinita. Primera y última vez que iba. Con una camiseta de los Smiths. Recuerdo mucha gente con camisetas de los Smiths. También recuerdo el juego de luces que llevaban: verde suave cuando la cosa iba tranquila, rojo estraboscópico con los arrebatos de electricidad. Guy Chadwick le practicaba felaciones al micro. Christine. Shine on. Beatles and the Stones. Encontraba referencias personales en todas las canciones (no sé si acabaron con Love in a car, pero así acababan muchas de aquellas noches).
Bueno, pequeña comunidad de fans tenemos. Gran invento Spotify. Por cierto, Tapir Nic, tus entradas musicales me son de gran ayuda para nadar en el siglo XXI, a mí, que me quedé anclado en The Stone Roses, Pixies y demás cadáveres noventeros: Andrew Bird bastante fresco.
brigadier, envidia me das
yo me los perdí en revolver
nadie quiso acompañarme...
ion, gracias
qué bien ser de utilidad social
si te gustó andrew bird, prueba patrick watson
Pruebo patrick watson.
mmm pero necesitas una invitación para el Spotify :-(
Publicar un comentario