sábado, 30 de mayo de 2009

HISTORIAS MÍNIMAS


Comerse un helado de yogur y amarena, ver a un tipo sortear unos treinta pivotes en ¡monopatín! sin derribar ni uno (y debía ser la primera vez que lo conseguía a tenor de sus gestos de alegría), que no te hagan todo el lío en el servicio de atención al cliente de la compañía telefónica de turno... Ah. Son cosas que no se pueden explicar, hay que vivirlas.

Eso es lo que pasa con Vacaciones de ferragosto de Gianni Di Gregorio (sí, el guionista de Gomorra, aunque nada que ver). Una genialidad. Hay que sentarse y verla. Mirar las arrugas de Roma. Beberse el vino blanco. Reírse del absurdo. Disfrutar con la paciencia (santa paciencia) ajena. Y, luego, ya, si eso, acordarse de Sordi, Monicelli, Risi, Scola & Co.

1 comentario:

Anónimo dijo...

DiGregorio, digno heredero de todos esos señores... y de alguno más!

Monty