... Y LÍBRANOS DEL MAL

Todo el rato hay cosas que no molan. Cosas obvias, particulares, mínimas, gigantes. Cosas que sacan de quicio o que simplemente molestan de manera tenue pero tenaz como la gota esa en la cabeza de la tortura china. Estas son las que esta temporada van a hacer estragos:

- No mantener la distancia de seguridad. Mi consejo es que tiendas a mantenerla. Si la otra persona está deseando que te acerques, eso aumentará su deseo. Si por el contrario, no quiere tener tu lengua urgando en su tímpano y tus manos calibrando la turgencia de su trasero, te agradecerá eternamente la deferencia.

- Contestar con pulgar hacia arriba en una conversación sobre algo con enjundia. Si después de un párrafo así como largo y sentido, te contestan con ese emoticono, date por aludido: tu conversación interesa menos que hacer un sudoku en un desfile de Victoria's Secret.

- Dejar una conversación, por muy digital que sea, sin decir ni mu.

- La halitosis. Se habla poco de ella. Hay remedios.

- El buenismo. Tan insufrible como la queja constante.

- Hacer falsa cuña. Preguntar '¿qué tal?' como simple engrudo cementil para soltar el ladrillo propio de cuchiproblemas. Y así una y otra vez: en cuanto el oponente lleve treinta segundos hablando, retomar el hilo de los ladrillos para construir un precioso muro con el que dejar al oyente empalado y mudo.

- Los vecinos cotillas. Tener uno es un auténtico suplicio. Supone esperar, aliento anulado, al lado de la puerta para no coincidir en el descansillo. Da lo mismo: siempre falla. Él acechaba y ahí que te saluda.

- Las castañas verdes. Ese pelar esa piel adherida, ese dejarse las uñas, ese masticar esa castaña sin sabor, esas digestiones...

- La nueva hornada de periodistas incisivos. Arrinconar es el nuevo informar. No dejar hablar, ser impertinente y maleducado no es ser un profesional libre es ser un capullo engreído que ha olvidado que lo primero en esta profesión es escuchar.

- Que noticias como esta sean falsas. Nada hay más hermoso en la vida que un rumor. No los destruyáis y dejad que crezcan grandes, hermosos y fuertes.

- La literalidad. Señor, líbranos de ella.

- No saber parar.

- No saber empezar.

- El uso de stickers sin imaginación. ¡Con la cantidad que hay!

- Que Filmin de tirones. Dan ganas de asesinar a la televisión.