jueves, 12 de marzo de 2009

TRASVASES


¿Qué no has visto Ed Wood? ¿QUÉEEE? Ojos como platos, manos aleteando entre humo, bufidos, gesto de estupefacción y misericordia. Pena.
¿Qué no has visto La última película, de Bogdanovich? ¿QUÉEEE? Aletas nasales inflándose, respiración entrecortada, mueca de sorpresa, mirada de lástima. Pena.
Lejos de sentir este tipo de actitudes como un insulto, un reproche o un desprecio (lectura que muchos dan a esas retóricas preguntas), yo las interpreto como una necesidad de compartir. Entusiasmo. Generosidad. Así que bienvenidas. Y más si las deficiencias en cuestión se solventan pronto.
La primera fue resuelta por la misma persona que ojoplateó ante mi no visionado de la cinta de Burton. Una bolsa de papel con el DVD de Ed Wood dentro. Gracias.
La segunda me la ventilé en pantalla grande. La Filmoteca, sin saberlo, ofició de fontanera y remendó el escape. Gracias.
Ambas en blanco y negro. Ambas maravillosas. Ambas hermosas. Una, luminosa y esperanzada a pesar de todo; la otra, triste y devastadora, con todo. Ambas para ver otra vez, sin sonido. Como si fueran mudas. Sombras y luces. Sólo la fotografía. Ed Wood, tan antigua. La de Bogdanovich, tan Avedon. Una, sobre lo que supone hacer cine; una declaración de amor. Otra sobre el sexo, sobre lo que se tiene, lo que falta, lo que se pierde y lo que queda.
Así que gracias a los que, abriendo bocas y ojos como platos, me seguís gritando a voz en cuello: ¿¿QUÉEE??

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una cosa que distingue al tapir, y es su capacidad para loar películas y libros sin revelar nada de su argumento. Dicho en plan antiguo, aprehende la maravilla de las cosas. El espíritu que las posee y la atmósfera que las envuelve. Las tramas, esos andamiajes, son para él los panecillos en el bocata, el tabaco en el canuto.

Yo, por el contrario, me considero un devorador de historias, un fanático del planteamiento-nudo-desenlace y, por tanto, mis críticas no pueden ser sino spoilers más o menos disimulados.

De modo que me contentaré con, una vez más, alabarle el gusto al tapir. Ed Wood y la última sesión son dos películas bellísimas. Y, de paso, aludir a su ojiplatico amigo: debería leer lo que ha escrito, quizás llegé a pensar que jamás tanta perplejidad obtuvo tan elegante agradecimiento

Vinué dijo...

Qué grande "The Last Picture Show"... Yo la vi en un festival de San Sebastián, en inglés con subtítulos en... Euskera. La risión, vamos. Y qué govencita Cybill Shepherd.