lunes, 13 de abril de 2009

DESMONTANDO EL BLUES


Empieza Keep it hid. Pausado, íntimo, sereno, acogedor. Delizándose entre el folk-blues y el espiritual. Pero llega el segundo corte, I want some more, y el señor Dan Auerbach (The Black Keys) se pone oscuro, sucio, guarro. Suda. Heartbroken, In Disrepair es brutal, tensa, negra, salvaje, sexy. Golpes secos de cadera. Quieres quedarte ahí, escuchando el ritmo golpear tu cabeza. Suena a los primeros Led Zeppelin. Y así hasta catorce temas, pasando por el vanmorrisiano y hermoso When the night comes para acabar con un optimista y redentor Goin' home. En los 50 minutos que dura el álbum, ha habido tiempo para lo vulnerable, para lo quejumbroso y lo doliente, para una cierta suavidad, para lo abrupto y lo dulce, para la amenaza y el peligro, para el ruido, para algún rayo de sol, para el colapso, para los mantras más o menos lisérgicos. Derrotas, cosas que salen mal, otras que se rompen, historias que se tuercen, estribillos para espantar los miedos, frases para dejar atrás el negro. Keep it hid suena lánguido, obsesivo. Es adictivo y emocionante. Tiene dejes de soul, de gospel, de blues, de folk, de bluegrass en las armonías, del heavy metal más antiguo, de psicodelia. Pero, siempre, siempre, es de verdad. Respira. Ritmos primitivos e imperfectos. No hay atisbo de virtuosismo. Keep it hid es un disco a escala humana. Ya lo dice el Uncut: "Auerbach plays in human time".

3 comentarios:

Yuri dijo...

Dijcazo.

murcielago ramon dijo...

estoy oyéndolo ahora mismo en el spotify es bruuutalll

beso

El tapir Nicanor dijo...

murciélago, qué bueno leerte por aquí... y sí es bestial (por momentos, me ha recordado al souljacker de eels, si no lo tienes apuntátelo)
besos